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El consejero bíblico


Guerra avisada no mata gente

Un llamado sincero a la preparación para el matrimonio
Por David Hormachea

Pablo realiza una impresionante profecía con respecto a la vida matrimonial. Dice que los casados «tendrán aflicción de la carne» (1 Co. 7:28). Si la advertencia de la Palabra de Dios es que existirán conflictos en el matrimonio es una guerra avisada para la cual debemos prepararnos. Lamentablemente muchos no lo hacen.
La relación con Dios es la más importante de los seres humanos. De ella no sólo depende nuestra salvación, sino los valores y principios que rigen toda nuestra vida. Por ello la decisión más importante que podemos realizar es determinar seguir a Dios y ser fieles a sus enseñanzas. No existe mejor preparación para la vida que obedecer al Creador de la vida.
La segunda decisión mas importante es con quién me casaré. Es que casarse no es un juego, aunque muchos lo inician como si fuera. Escalar una montaña sin estar preparado es un acto arriesgado, pero nada más peligroso que casarse sin la preparación necesaria. Sino me cree, ocupe mi posición de consejero por unos cuantos meses y escuchará las más terribles historias por la falta de preparación.
Casarse sin conocer las implicaciones de tan importante decisión es un acto de gran irresponsabilidad, aunque la gran mayoría lo haga. No conozco que exista dolor mas grande que ser parte toda la vida de una familia disfuncional, ni alegría más inmensa que tener una familia saludable.
Quiero por uno momento dirigirme a todas las personas que están directamente involucradas en el proceso de preparación prematrimonial. Los jóvenes que en algún momento se casarán. Ellos son responsables de su auto preparación. Los padres que somos responsables de su formación integral y los líderes de las congregaciones pues somos responsables de la preparación prematrimonial formal.
Estos consejos vienen de alguien que llegó al matrimonio sin instrucción sabia y que vivió experiencias dolorosas innecesarias. Todo ocurrió porque nunca leyó un articulo como este y nadie se preocupó de que su transición a la vida conyugal no sea solamente una ceremonia religiosa con votos y un corto mensaje, un momento de fiesta y alegría y unos cuantos tarros colgados del automóvil que le conducía a la luna de miel.

Quisiera destruir por lo menos dos suposiciones erróneas.
* Muchos padres suponen que debido a que sus hijos son respetuosos y viven responsablemente están preparados para vivir en el matrimonio saludablemente.
* Muchos ...

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