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El consejero bíblico


Los beneficios de la pureza moral 2/2

por Dr. Jaime Mirón

Parte 2

«Dios nos ha llamado a vivir vidas santas, no impuras»
(1 Tesalonicenses 4:7).

2. Entender las consecuencias de la impureza
En segundo lugar, para llevar una vida de pureza tenemos que saber que la impureza siempre deja secuelas.

Cuando fui pastor de jóvenes, tuvimos un grupo grande y activo. Años más tarde nos topamos con una de las chicas de aquel grupo que me contó su triste historia. Lo que más me llamó la atención fue la siguiente frase: «Pensaba que Dios no tenía otra cosa que hacer, entonces decidió prohibir las relaciones sexuales antes del matrimonio. Ahora ?confesó con lágrimas en los ojos? entiendo el porqué».

Ella sufrió en carne propia las secuelas de no mantenerse pura. Por lo tanto, antes de estudiar los beneficios de la pureza, es vital comprender las consecuencias de la impureza, es decir: De no vivir conforme a las normas y los caminos de Dios.

«¿Acaso puede un hombre echarse fuego sobre las piernas sin quemarse la ropa? ¿Podrá caminar sobre carbones encendidos sin ampollarse los pies? «Así le sucederá al hombre que duerme con la esposa de otro hombre. El que la abrace no quedará sin castigo» (Proverbios 6:27-29).

«Pero el hombre que comete adulterio es un necio total, porque se destruye a sí mismo» (Proverbios 6:32).

«Pero al final ella [la mujer inmoral] resulta ser tan amarga como el veneno, tan peligrosa como una espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos conducen derecho a la tumba» (Proverbios 5:4-5).

«Así que ahora, hijos míos, escúchenme. Nunca se aparten de lo que les voy a decir: ¡Aléjate de ella! ¡No te acerques a la puerta de su casa! Si lo haces perderás el honor, y perderás todo lo que has logrado a manos de gente que no tiene compasión. Gente extraña consumirá tus riquezas, y otro disfrutará del fruto de tu trabajo. Al final, gemirás de angustia cuando la enfermedad consuma tu cuerpo. Dirás: ?¡Cuánto odié la disciplina! ¡Si tan sólo no hubiera despreciado todas las advertencias! ¿Por qué no escuché a mis maestros? ¿Por qué no presté atención a mis instructores? He llegado al borde de la ruina y ahora mi vergüenza será conocida por todos?» (Proverbios 5:7-14).

Finalmente, no nos engañemos, la persona que comete inmoralidad tendrá que enfrentarse con Dios.

«Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los ...

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