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El consejero bíblico


Manteniendo la pureza

por Eros Pasquini

Hace nueve años, un colega del ministerio pastoral me contó que había leído un artículo en una revista de circulación nacional sobre un «retiro espiritual de líderes espiritistas» (del llamado «bajo espiritismo»: macumba, candomblé, umbanda...) realizado en el nordeste del Brasil, cuyo objetivo era «interceder por la caída de los líderes evangélicos de forma de promover escándalo y detener el avance del evangelio».

Soy consciente del daño que las huestes espirituales del mal tratan de hacer en las filas del liderazgo evangélico y, que en muchos casos lo logran. Frente a esta batalla espiritual, ¿cómo podemos mantenernos puros como ministros de Dios?


Comprendiendo los «campos minados»

Durante la Segunda Guerra Mundial, Douglas MacArthur fue un general clave para la victoria de las fuerzas aliadas en el sudeste asiático. Según lo que él mismo afirmó, el secreto de su éxito se debió al conocimiento del enemigo y de sus tácticas. Para nosotros no es diferente. En 2 Co. 2, cuando el apóstol Pablo trata sobre la reintegración de un hermano a la comunión de la iglesia, después de haber sido disciplinado, dice que da aquellas instrucciones «para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones» (v. 11).

Dentro de las trampas que nos conducen a los «campos minados» están: (1) los ataques sorpresivos. ¿Se ha sorprendido usted algunas veces de haber quedado súbitamente irritado y airado con una situación, y que, al analizarla más tarde, ya con la «cabeza fría», no pudo explicar lo que tanto le importunó? La estrategia de Satanás en contra de nosotros incluye sus astutas embestidas, del tipo de «ataques de guerrilla». Un director de seminario, hablando al cuerpo docente, dijo que «Satanás dibujó un blanco en nuestras espaldas, y su diversión es la de practicar ´tiro al blanco´.» (2) la plataforma de desembarque. Debido al espía que vive en nuestros sistemas -nuestra «carne» (la naturaleza hostil para con Dios)--, es como si tuviésemos una plataforma en nosotros que sirve para el desembarque de las tropas enemigas. Durante toda nuestra vida, a pesar de ser salvos por Jesucristo, e incluso luchando para que El sea Señor, existe una parte de nuestro ser inclinada a servir a los intereses de nuestro antiguo dueño... (3) la atmósfera sofocante. El ambiente en que vivimos, el sistema dirigido por Satanás que la Biblia llama «mundo», ejerce una influencia asfixiante ...

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