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El consejero bíblico


Ministrando a matrimonios

PUENTES DE AMOR
Por Fernando Campillo

MATRIMONIOS FUERTES PARA IGLESIAS FUERTES.

(Objetivo pedagógico: Mostrar la importancia del trabajo con matrimonios en la iglesia como un medio de ministerio clave para fortalecer a la misma iglesia.)

Hace algunos años leí una extraña noticia en el periódico: un hombre encontró un cadáver en su desván. Hacía 24 años que vivía en aquella casa, llevando una vida normal como la inmensa mayoría de sus vecinos y, sin embargo, nunca se percató que tenía un cadáver en su propio hogar. Esta ilustración sacada de la vida real la podemos extrapolar fácilmente a nuestras iglesias. La mayoría de ellas están comprometidas en llevar una vida normal: enseñanza basada en la Palabra de Dios, campañas evangelísticas, departamentos ministeriales, escuela dominical, reuniones de damas, maratones de alabanza, jornadas misioneras, sanidades y un sinfín de reuniones, proyectos, alegrías y frustraciones. Y, sin embargo, a pesar de tanta energía y pasión desarrolladas honestamente, podemos fácilmente albergar un cadáver debajo de nuestro techo eclesial. Me refiero al matrimonio. No se asuste. Ahora me explico.

Soy de los que están convencidos que los matrimonios son la clave en la dinámica de una iglesia local. Si los matrimonios son ?cadáveres espirituales?, es decir, miembros de una congregación que están pero no son, que están en cuerpo presente pero en ?alma ausente?, el conjunto de la comunidad puede aparentar normalidad pero en realidad hay muerte en el interior. Todo va rodado, toda la estructura funciona, cada cual hace su parte en la iglesia, pero si la esencia de las relaciones humanas que es el matrimonio, diseño original y único de Dios, no funciona como debiera, entonces está fracasando la mayor parte del proyecto de Dios mismo: la presencia activa y sazonadora de la Iglesia en nuestro mundo.

Los pastores y líderes estamos buscando métodos y medios para que las iglesias sean firmes y fuertes, para que crezcan sanas y vigorosas, pero estamos descuidando la clave: el matrimonio.

Es cierto que cada vez hay más literatura sobre el tema, pero no es suficiente la lectura. Tengo un buen amigo, pastor y entregado siervo de Dios, con un serio problema en su matrimonio, que ha leído un montón de buenos libros buscando orientación, pero su esposa no quiere participar de lo mismo, y de poco le sirve a él tanta lectura si no puede ser compartida. Ni siquiera es suficiente asistir a cuantas ...

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