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El consejero bíblico


Ministrando a matrimonios / Continuación

... la dinámica de una iglesia local. Si los matrimonios son ?cadáveres espirituales?, es decir, miembros de una congregación que están pero no son, que están en cuerpo presente pero en ?alma ausente?, el conjunto de la comunidad puede aparentar normalidad pero en realidad hay muerte en el interior. Todo va rodado, toda la estructura funciona, cada cual hace su parte en la iglesia, pero si la esencia de las relaciones humanas que es el matrimonio, diseño original y único de Dios, no funciona como debiera, entonces está fracasando la mayor parte del proyecto de Dios mismo: la presencia activa y sazonadora de la Iglesia en nuestro mundo.

Los pastores y líderes estamos buscando métodos y medios para que las iglesias sean firmes y fuertes, para que crezcan sanas y vigorosas, pero estamos descuidando la clave: el matrimonio.

Es cierto que cada vez hay más literatura sobre el tema, pero no es suficiente la lectura. Tengo un buen amigo, pastor y entregado siervo de Dios, con un serio problema en su matrimonio, que ha leído un montón de buenos libros buscando orientación, pero su esposa no quiere participar de lo mismo, y de poco le sirve a él tanta lectura si no puede ser compartida. Ni siquiera es suficiente asistir a cuantas conferencias o retiros se organicen para parejas. Yo mismo, doy conferencias para matrimonios, y he visto cómo la gracia de Dios toca los corazones de forma auténticamente milagrosa, pero ¿sabe? Me he encontrado con muchas parejas que se han acostumbrado a asistir a conferencias sólo para recargar baterías o tener un tiempo de distracción, sin querer entrar en el fondo de sus relaciones.

Se hace necesario un trabajo regular, permanente y en profundidad. Por esta razón, le propongo que a partir de hoy empiece a orar por la puesta en marcha de un ministerio para matrimonios en su iglesia.

El propósito de esta serie es dar visión y herramientas prácticas sobre cómo trabajar con matrimonios en la iglesia. Confío en el Señor en que así ocurra en su caso. Para ello preciso su colaboración no haciendo de este artículo una lectura más sino una manera palpable de iniciar o fortalecer tan bendecido ministerio. Allá donde se le solicite reflexión, tareas o puesta en práctica, hágalo como si estuviera presente en uno de nuestros seminarios intensivos.

Tenga papel y lápiz a mano. Aplíquelo según su cultura o contexto denominacional. Sea creativo en buscar respuestas sobre cómo ayudar mejor a los matrimonios de ...

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