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El consejero bíblico


Pastor, estoy desanimado

por Tomás, un empresario en la congregación

¡Pastor, estoy desanimado! Quiero explicarle por qué. Soy Tomás, uno de los empresarios en su iglesia. Necesito aliento, necesito ayuda, necesito saber qué tengo que hacer como hombre de negocios cristiano. Sin embargo, antes de que me juzgue a mí y a otros en mi situación, déjeme compartirle las razones de mi desaliento.
La primera es la tentación. Mi lugar de trabajo está en medio del mundo de Satanás. Es un lugar en el que, francamente, las convicciones cristianas no tienen cabida. Mi empleador y mis compañeros de trabajo no valoran la integridad. El camino a la oficina es el camino al mundo de Satanás. La fricción entre el mundo y los cristianos es difícil de enfrentar. En uno de sus libros, Josh McDowell resume mis pensamientos: "El mundo es una civilización que el hombre ha construido para satisfacer sus deseos sin Dios, no sólo es independiente de Dios sino que está en contra de El. El sistema del mundo está fundado en principios erróneos, promueve falsos valores y es egoísta. El dinero, el sexo y el poder son el centro de su cultura. La sociedad en su conjunto está inspirada y alimentada por Satanás. Así como los santos ángeles guardan a los hijos de Dios, los poderes demoníacos están activos en los asuntos de la humanidad sin Dios".
El mundo no es más que vacío, engaño y maldad. Y allí es donde paso casi todo el día, pastor. Es una fuente de pruebas y desaliento. Voy a ser sincero con usted, se hace muy difícil no copiar el lenguaje y la filosofía de este imperio del mal; se hace difícil no conformarse a la inmoralidad de la sociedad en que vivimos. Como usted sabe, hace poco que mi esposa salió del hospital donde recibió quimioterapia por un cáncer terminal. Durante el tratamiento no hay actividad sexual por razones obvias. Un viernes, me quedé en la oficina trabajando hasta tarde. Me sentía solo y deprimido. Una compañera de trabajo muy atractiva entró a mi oficina y con descaro me dijo: "Hagamos el amor". Pastor, ¿me puede ayudar?
La segunda razón de mi desaliento es el tiempo y la energía que debo invertir en mi trabajo. A menudo siento que estoy cumpliendo sus demandas pero dejando de lado un llamamiento superior. Me molesta pensar que estoy gastando los años más productivos y creativos de mi vida en el comercio. Simplemente no me parece que el llamado supremo de la vida sea hacer que un paquete llegue a tiempo al lugar indicado. A menudo nuestros trabajos parecieran no ...

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