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Disciplinas libertadoras


Armonía en el hogar / Continuación

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Es cierto, las cicatrices del pasado quedarán, pero las heridas serán sanadas. La cicatriz puede doler un poco pero la sanidad llega al hogar. ¡Qué Cristo sea el centro del hogar! Cristo quien bendijo la boda de Caná de Galilea (Juan 2:1-11), quien bendijo al hogar de Betania (Juan 10:38-41), quiere bendecir a tu hogar. Que tu hogar, tu mundo allí donde vives con tu familia, sea feliz porque Dios es el Rey de tu hogar.

Dios quiere ser parte de tu mundo y Jesús dice: «yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:20).
Cristo quiere entrar y compartir tu mesa, cuidar de tus hijos y formar parte de tu familia. Quiere bendecir a todo tu hogar y guiar tu futuro. Así vale la pena vivir.

Cuando Cristo entra, el hogar es feliz y hermoso, es un pedazo del cielo en la tierra porque Cristo está en tu corazón. ¿Es tu hogar un pedazo del cielo; lo estás compartiendo con Jesús? Quiera Dios que así sea porque si así es, tu hogar será feliz; y junto con el mío y el de muchos otros haremos que nuestras patrias sean mejores porque nuestros hogares lo son.

Que Dios bendiga tu hogar para siempre.

Luis Palau