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Disciplinas libertadoras


EL PERDÓN HUMANO Y EL OLVIDO / Continuación

... falsamente de un serio crimen e hizo que lo metieran en una prisión egipcia. Un oficial de gobierno le prometió ayuda pero dejó que se pudriera en la cárcel. A pesar de todo, José no permitió que ninguna raíz de amargura se apoderara de su vida (Hebreos 12:15).
¡Cuántas vidas se malgastan por amargura y falta de perdón! La gente se derrumba física y emocionalmente porque rehusa perdonar a otros. Cuanto más tiempo vivamos con rencor, tanto mayor se hará. No podemos permitir que la amargura y el resentimiento echen anclas en nuestra alma. Acabarán por destruirnos.
La Biblia dice: ?Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros? (Colosenses 3:13).
Luego de iniciarnos en la experiencia de perdonar a alguien, el olvido es vital. Cuando nació el primer hijo de José, él lo llamó Manasés, [me hizo olvidar], ?con lo que quería dar a entender que Dios le había hecho olvidar la angustia de su juventud y la pérdida del hogar de su padre? (Génesis 41:51). José no sólo perdonó a sus hermanos sino que olvidó todo el mal que ellos habían cometido contra él.
Siga el ejemplo de José. No permita que la amargura y la culpa hagan nido en su alma. Perdone y olvide. Este es uno de los secretos del cristiano para gozar de buena salud espiritual.

Luis Palau