Artículos

Disciplinas libertadoras


Viviendo en comunión con Dios / Continuación

... responsabilidades financieras que tenía, Müller nunca habló a otras personas sobre sus necesidades. Las presiones económicas extremas sólo lo motivaban a pasar más tiempo en íntima conversación con Dios.

Considere lo que dijo Müller acerca de sus momentos a solas con Dios: "Comienzo a meditar en el Nuevo Testamento temprano a la mañana... Invariablemente encuentro que... después de algunos minutos de meditación, mi alma es guiada a confesión, a acción de gracias, a intercesión o a peticiones. De manera que aunque no podría decir que me había puesto a orar sino a meditar, sin embargo en forma casi inmediata, la meditación se convirtió en oración."

Cuando la Palabra de Dios hablaba al corazón de su siervo Müller, él naturalmente respondía a Dios en oración. El disfrutaba de íntimas conversaciones con su Señor.

La comunicación es la clave de toda relación. Nuestra relación con Dios sólo puede crecer cuando en oración comunicamos a Dios nuestra adoración, confesión, peticiones, intercesión y acción de gracias, y cuando escuchamos su voz a través del estudio diario de la Biblia.

¿Cuán bien conoce usted a Dios? ¿Cuán íntima es su relación con El? Müller podía dirigirse a Dios como a un gran amigo y pedirle por sus necesidades, sabiendo que de alguna manera Dios las supliría. ¿Podría usted hacer lo mismo, o acaso no es amigo de Dios sino sólo un conocido todavía?

Hágase amigo de Dios y pase tiempo departiendo con El en oración. Le aseguro que es una experiencia emocionante. ¿Por qué no lo intenta?

Luis Palau