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El consejero bíblico


El poder de nuestras palabras

Hablando redentivamente en el matrimonio
por Pablo David Tripp

(Nota del editor: Esta edición del CONSEJERO BIBLICO se dedica a un problema demasiado común en nuestros matrimonios, en las iglesias, en fin en todas las relaciones: «El poder de las palabras ásperas». El caso de Samuel y Belinda bien puede servir como estudio para un seminario o retiro de parejas. Una buena tarea sería dar a los grupos todos los datos de Samuel y Belinda y pedir que cada grupo trace un plan bíblico para solucionar el problema. Luego puede estudiar las soluciones que plantea el Dr. Tripp. Espero que disfruten de este profundo estudio sobre cómo nuestro hablar puede mostrar el fruto del Espíritu Santo).

Samuel y Belinda tenían 20 años de casados. Era una pareja cristiana con una fe sólida en la Escritura y hasta se podría decir que había cierta comprensión entre ellos, sin embargo, no podían resolver sus problemas.
La primera vez que nos reunimos, Samuel estaba furioso. Cuando terminé de orar, él se levantó y dijo: «¡No sé por qué estoy aquí! Yo se exactamente qué está mal en nuestra relación, se lo he dicho a Belinda cientos de veces. Ella se niega a escucharlo y prefiere jugar el papel de víctima. No tengo ningún interés en sentarme aquí y ventilar todas las horribles cosas que han pasado entre nosotros en estos 20 años». Diciendo esto se retiró. Yo lo seguí y al fin logré convencerlo de que regresara.
Había mucho de verdad en lo que Samuel había dicho. Él tenía una perspectiva bastante acertada de los problemas de su matrimonio. Varias veces él le había dicho a Belinda cosas que ella simplemente no quería oír. Era cierto que ella tomaba el papel de víctima en los momentos de confrontación. Samuel se había visto obligado una y otra vez a repasar las escenas conflictivas que tenían lugar entre ellos. Sin embargo, a pesar de su habilidad para discernir la situación, Samuel nunca fue una parte sustancial en lo que el Señor quería hacer en la vida de Belinda. De hecho todo intento por diagnosticar su situación dio como resultado una esposa más amargada y con un complejo de víctima como nunca antes. Samuel se interpuso en el camino de la obra de Dios y como resultado, le dio lugar a Satanás.
Los dos, Belinda y Samuel habían aportado cosas a su matrimonio que desencadenaron los problemas. El padre de Belinda fue un hombre tosco, volcado a la crítica. Belinda había visto a su madre ser despedazada verbalmente noche tras noche por su padre quien ...

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