... de ese grupo, por lo tanto estaba preparado para responderles. Recordando mi experiencia pasada con la mujer que terminó afiliándose a una secta a pesar de hablar con nosotros, me mantuve con calma frente a estas personas y las exposiciones de su dogma. Finalmente me tocó responder. Saqué la Biblia y comencé a contestar punto por punto. Vi pánico en sus ojos. Interrumpiéndome, uno exclamó: ?No sé cómo contestar pero mi papá sí sabrá. Lo voy a traer para que usted pueda hablar con él.
Se fueron y nunca volvieron.
8. Durante sus contactos con un sectario, valerse del testimonio personal, de cómo usted se convirtió a Cristo. (Pablo relata su conversión dos veces en el libro de Hechos, 22:6-16 y 26:12-18.) Una manera de abrir la puerta para hablar de su propia experiencia es preguntar cómo se asoció con el grupo al que pertenece. Es imperioso que uno hable de su conversión al Señor y no de cómo comenzó en determinada iglesia o denominación. El testimonio da la oportunidad de hablar de Cristo y del plan de salvación, y demuestra que su intención es presentar a Cristo y no hacer proselitismo. Su interlocutor no podrá negarle el cambio que Cristo realizó en su vida. Además, una pregunta de esta naturaleza tiene el propósito de hacerle entender a la persona la necesidad que la llevó a la secta para entonces mostrarle que sólo Cristo satisface las necesidades más profundas del ser humano.
Nuestro consejo es que usted prepare su testimonio personal, bien fundamentado en la Biblia, de manera de presentar el evangelio en forma clara. Luego practíquelo ante su cónyuge o algún amigo.
9. Persistir (Lc. 18:1-8). Recuerdo a un hombre que acudió a Cristo después de haber estado años en una secta que, a pesar de emplear la Biblia, enseñaba que uno obtiene la salvación por obras humanas. Dios usó la amistosa persistencia de unos amigos cristianos para llevarlo a la cruz. Después de entender que la salvación es por gracia y no por ?obras [humanas], para que nadie se gloríe? (Ef. 2:9), tan tocado se sintió este hombre que durante meses estudió el libro de Gálatas y en forma especial ?estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud? (5:1).
10. Orar incesantemente por ellos (1 Ts. 5:17; Pr. 24:11-12).
Continúo con la historia de los amigos de nuestro hijo que cuando fueron a vivir a otra ciudad quedaron atrapados en una semisecta. La primera vez que nuestro hijo y nuera ...