... el que tarda en airarse apacigua la rencilla» (Pr. 15:18).
10. Preste atención a la moral de las personas involucradas, y busque ayuda en el proceso de pacificación confiando sólo en gente humilde que sea íntegra y fiel. «El de ánimo altanero provoca contiendas, pero el que confía en Jehová prosperará» (Pr. 28:25). Muchos que desean tener parte en el asunto son inapropiados por ser chismosos o no ser confiables por alguna otra razón. «El hombre perverso promueve contiendas, y el chismoso separa a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo y lo hace andar por mal camino; cierra los ojos para pensar perversidades, mueve los labios, comete el mal» (Pr. 18:28-30). «El que carece de entendimiento menosprecia a su prójimo, pero el hombre prudente calla. El que anda con chismes revela el secreto; el de espíritu fiel lo guarda íntegro» (Pr. 11:12-13).
11. No olvide que en círculos cristianos el «acusador de los hermanos» es la causa primaria de muchos conflictos. En dichos casos, «no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo...» El escarnecedor que debe ser expulsado tal vez sea el mismo Satanás. De modo que nuestra mira debe ir más allá de las personalidades y llegar hasta las fuerzas espirituales que se están aprovechando de las debilidades e ideas preconcebidas de los hermanos, así como en Cesarea de Filipos Satanás tomó ventaja del concepto que Pedro tenía del Mesías (Mt.16:21-23). Cuando esto sucede, buenas personas pueden ser utilizadas para malos propósitos. Debemos estar espiritualmente alertas y deseosos de mantener «el vínculo de la paz». La buena enseñanza, la oración en el Espíritu en todas las ocasiones y una vida santa han de darnos una armadura impenetrable contra dichos ardides (Ef.6:10-21).
12. Sea fuerte y valiente basándose en la Palabra de Dios. Antes que Josué iniciara la conquista militar de Palestina, se le dijo: «Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová, tu Dios, estará contigo dondequiera que vayas» (Jos. 1:8-9). La valentía que proviene de Dios resuelve muchos problemas gigantescos.
Derechos de autor ©1997 por John Edminston ...