... niños con talento (o aún adultos) alcanzan su potencial por una simple razón: falta de disciplina.
Para desarrollar nuestros dones, habilidades y destrezas y que lleguen a ser verdaderos valores para lograr las metas de la vida, se necesita disciplina. ¿En qué áreas? En aquéllas que son importantes para lograr un buen fin.
Cuando los misioneros van a trabajar entre gente de otra cultura, generalmente se rigen por lo que dice 1 Co. 9:19-23 para adaptarse al medio ambiente y ajustarse al de aquellos a quienes están tratando de alcanzar. En este pasaje Pablo enfatizó que la meta es "ganar a tantos como sea posible". Por lo tanto, dice "a todos me he hecho de todo" ?a los legalistas, secularizados, débiles, fuertes? quien fuere. Dijo "esto hago por causa del evangelio".
Como supervisor de misioneros me di cuenta de que muchos luchaban con el estilo de vida ya que caían en los abusos propios de la cultura de que eran parte o se sentían tentados a hacerlo. Un misionero de trabajo muy fecundo, un hombre que parecía vivir con bastante libertad y parecía ser espiritualmente fuerte en medio de quienes vivían contrariamente al evangelio, me compartió su secreto: "Hay que poner en práctica los últimos cuatro versículos de 1 Co. 9".
Como ya dijimos en 1 Co. 9:24-27, Pablo enfatiza la importancia de la perseverancia y la concentración...con disciplina! Los versículos 25 y 27 lo demuestran: "Todo aquel que lucha, de todo se abstiene, ellos a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible...golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre no siendo que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado". Pablo está hablando de disciplina y dominio propio. Si cedemos en nuestra forma de vida, debemos ser consistentes en la disciplina interior o podríamos llegar a ser descalificados o no terminar la carrera.
¿Cuáles son las áreas que usted considera importantes para su vida interior y para su crecimiento espiritualmente? ¿Qué es lo que alimenta su intimidad con Cristo? Quizá necesite disciplinarse en estas áreas. No la disciplina por amor a la disciplina, ya que eso pronto se convertiría en legalismo y dureza. Mas bien disciplina por el bien de la intimidad...por amor al crecimiento...por amor al ministerio...por amor a Cristo. La disciplina en las áreas adecuadas para hacer lo correcto contribuirá al crecimiento y lo capacitará para responder a la gracia de Dios y Su Espíritu en plenitud.
4. Mantenían ...