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El consejero bíblico


Escollos a evitar en el uso de la Biblia / Continuación

... hombre no quería ser discípulo de Cristo porque su familia tenía prioridad. Llegamos a tal conclusión despojándonos de nuestra cultura occidental y leyendo el texto bíblico con ojos orientales.
¿Has orado alguna vez pidiendo sabiduría? Si es así, es casi cierto que tenías en mente el concepto griego, que es puramente intelectual (como en 1 Co. 1:22). La sabiduría que deseabas era la capacidad de usar correctamente tus facultades mentales. La oración fue por lo tanto típicamente «occidental».
La sabiduría bíblica, plasmada en la mentalidad hebrea, es práctica y espiritual. El libro de Proverbios está lleno de ella. Santiago deja claro que tal sabiduría tiene que ver con la buena conducta y la mansedumbre (Stg. 3:13). Su característica primaria es pureza, de la que se derivan otras cualidades espirituales y prácticas (Stg. 3:17). ¿Oras pidiendo sabiduría de este tipo?

9. Confusión interpretativa
Hay que distinguir entre la interpretación y la aplicación del texto bíblico. La interpretación descubre el significado del texto en su contexto histórico y cultural. Por tanto, la cuestión importante es: ¿Cómo lo entendían los oyentes o lectores originales? Para poder contestar satisfactoriamente, tenemos que saber por lo menos tres cosas: ¿Quién hablaba? ¿A quiénes? ¿En qué circunstancias?
La aplicación, por otra parte, se dirige a nuestra situación. Hemos de plantearnos: ¿Qué dice esta porción de la Biblia a los creyentes latinos del siglo XX? Si la Palabra de Dios es siempre contemporánea (y lo es), ¿cómo habla hoy?
Ambos aspectos, interpretación y aplicación, muchas veces se confunden. No se mantiene la debida distinción entre ellos. Nos imaginamos que estamos interpretando el texto, pero en realidad lo estamos aplicando. Cuando caemos en esta trampa, es probable que la aplicación que hacemos no sea acertada.
El hecho es que no es posible aplicar correctamente el texto bíblico antes de determinar su interpretación. ¿Por qué? Porque la aplicación debe desprenderse directa y lógicamente de la interpretación. Esa es la relación entre ellas.
Hay porciones de la Biblia en las que interpretar y aplicar se funden para ser virtualmente una misma cosa. Bastarán dos ilustraciones. «¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley sino bajo la gracia? En ninguna manera» (Ro. 6:15). «Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús...» (Col. 3:17). EI significado de las palabras para los ...

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