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El consejero bíblico


La historia de la guerra entre Dios y Satanás parte 2 / Continuación

... lo hace responsable de sus acciones, y que lo juzgará en el futuro, no existe un patrón de moralidad al cual la humanidad se tenga que ajustar. El patrón tradicional que conocemos fue elaborado por el hombre, entonces, ¿quién tiene derecho a decir que éste o aquel patrón es el correcto?

La moral, entonces, es relativa y no absoluta -relativa a la actitud del individuo y a la circunstancia en que este se encuentra.

De ahí surgió la así llamada nueva moralidad, la filosofía playboy, enseguida después de la segunda mitad de este siglo, y la ética situacional, más recientemente, que están sustituyendo los antiguos patrones. Como consecuencia de haber desechado la revelación bíblica de Dios, el hombre desechó los absolutos morales de Dios contenidos en esa revelación y como resultado, aunque Dios condene severamente todo o cualquier tipo de relación sexual fuera del marco del matrimonio, la homosexualidad, el lesbianismo, el divorcio y el recasamiento, el alcoholismo, los asesinatos, el lenguaje obsceno, el nudismo público, el vestir indecorosamente, el robo y la mentira, el ser humano no sólo niega que estas cosas estén mal, sino que también presiona a la sociedad para que apruebe cosas tales como la obscenidad, el homosexualismo, el uso abierto de las drogas, el aborto y hasta la extinción de la pena capital (Génesis 9:6/Romanos 12:4).

Hay quienes se atreven a llamar como experiencias sexuales ilícitas y pervertidas lo que es una experiencia sagrada. La permisividad y la falta de disciplina están a la orden del día.

Por haber desechado a Dios, el hombre perdió su dignidad (Romanos1:18-32), y mientras alaba su "libertad" moral, se convierte en esclavo de su propia concupiscencia.

5. Hay un creciente espíritu de anarquía y falta de respeto a las leyes establecidas.

El hombre está cansado de las exigencias a que se ha visto sometido él y su conducta y ya que no existe un Ser Superior que le haya establecido normas, ningún ser humano o institución humana tendrá derecho de decirle lo que tiene que hacer. Cada individuo hace lo que bien le parece.
Charles Darwin declaró:

"El hombre que no tiene una creencia presente y segura de la existencia de un Dios personal o de la existencia de una recompensa futura, podrá tener por regla de vida, hasta donde yo puedo vislumbrar, el dejarse llevar por sus impulsos e instintos más fuertes o los que a él le parezcan son los mejores"

("El ...

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