... Detrás de muchas oraciones de «restauración» comienzan a germinar las primeras miradas tiernas y debilitantes, allí comienza como la pequeña araña a darnos vuelta envolviéndonos con sutileza, como lo hace con la hormiga grande la cual cuando quiere moverse descubre que es demasiado tarde. Amado consiervo...detén tu camino, párate ahora mismo, da media vuelta y comienza a caminar por el sendero estrecho de la disposición de ser evaluado en tus relaciones.
LA DISPOSICION DEL SIERVO A SER EVALUADOS EN LA OMISIÓN:
«?o si de alguien he tomado cohecho para cegar mis ojos?» (1 S. 12:3).
Jamás se encuentre en la evaluación de nuestra vida el hacer la vista ciega a pecados de personas por el simple hecho de recibir ayuda monetaria de ellos. Resistir la tentación a ignorar ciertas cosas por el deseo de lograr nuestros propósitos y metas debe ser un anhelo constante en la vida de un siervo. Podemos fácilmente tomar el camino de la omisión si nos toca tomar decisiones frente al pecado y el desvío de aquella persona, la cual precisamente aporta los más grandes diezmos y ofrendas, las cuales están sosteniendo el 80 por ciento del proyecto, ministerio, iglesia u organización. Sin embargo, ninguna cosa caminará sin la debida consecuencia. Tarde que temprano seremos alcanzados por la onda expansiva de la omisión. Hace unos meses leía en un periódico de Centroamérica un grande titular que decía: «PASTOR EVANGÉLICO ACUSADO DE VIOLACIÓN DE UNA ADOLESCENTE EN SU IGLESIA». Con asombro comencé a leer las descripciones tristes de la acusadora y las consabidas defensas del acusado. Me encontré estremecido por las palabras dichas por el presidente de la organización donde este pastor funcionaba y ante la pregunta del periodista acerca de, cuál era la opinión de él, referente a este caso si eso fuera cierto. El líder nacional de esta iglesia dijo a la prensa las siguientes palabras: «Estamos investigando para encontrar la verdad y si el caso resultara ser cierto procederemos a cambiar a este pastor de iglesia y enviarlo a otro lugar para pastorear». Cerré el periódico y me quedé mirando a la distancia mientras mi mente daba tumbos de un lado a otro y en mi corazón dije: «Esta expresión la he escuchado muchas veces o de palabra o de hecho». Omisión. Omisión. Algunos líderes parecen intocables, su trayectoria, su renombre, su aparentemente limpia reputación y el largo historial de «éxitos» los hace intocables, por lo tanto es mejor omitir. «No hagamos ...