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El consejero bíblico


Diez características distintivas de la Biblia / Continuación

... es fundamentalmente un libro espiritual con un mensaje espiritual Si este hecho se nos escapa, lo perderemos todo, no solamente en esta vida sino eternamente.

El propósito supremo de la Biblia es el de revelar el carácter de Dios y su actuación en la historia en beneficio de la raza humana. También pone de manifiesto cómo nosotros hemos de responder a esta revelación.

Ampliando un poco, las Escrituras nos demuestran el poder, la santidad y el amor de Dios. Nos explican cómo este Dios tomó la iniciativa enviando a su Hijo único para salvar a los pecadores. Hacen hincapié en la necesidad por nuestra parte del arrepentimiento, de la fe y de la obediencia para con Dios.

Estos objetivos espirituales determinan el contenido y los énfasis principales de la Biblia. Las Escrituras no incluyen muchas cosas que el historiador secular consideraría importantes, porque no tienen importancia desde el punto de vista espiritual.

Una vez aceptada la naturaleza espiritual de la Biblia, entendemos que forzosamente va a ser selectiva en cuanto a su contenido. Todo lo que dice se dirige hacia fines netamente espirituales.

¿Por qué los cuatro evangelios dedican tanto espacio a la última semana de la vida de Jesús? Porque el mensaje espiritual de la Biblia llega a su clímax allí. Todo lo que leemos en las Escrituras conduce a este punto culminante o se remonta al mismo.

Una de las características más notables del evangelio de Juan es el uso de la palabra «señal» para describir los milagros de Jesús. En las bodas de Caná, Jesús convirtió agua en vino. En Capernaum, sanó al hijo de un noble. Dos milagros. Para Juan, fueron «este principio de señales» y «esta segunda señal» (Juan 2:1-11, 4:43-54; ver también 6:26).

¿Por qué se emplea tal lenguaje? Porque todo milagro era como un letrero que comunicaba un mensaje espiritual A la luz de la transformación del agua en vino, Juan hace el comentario revelador «y manifestó su gloria». Todos los milagros del Señor tenían la finalidad espiritual de descubrir su gloria.

Juan deja claro el propósito de su libro: «Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre» (Juan 20:30-31). No podía haber un propósito espiritual más alto que éste.

Dado que la Biblia es un libro ...

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