... de los aconsejados.
La tarea para el aconsejado proporciona una grandiosa oportunidad para que Dios vuelva a estar en la mira. La tarea asignada que pone la mira en Dios y en la obra de Dios por su pueblo, hace que Susana interprete las circunstancias de manera radicalmente diferente. La tarea que le da al aconsejado conciencia de Dios, ayuda a clarificar de qué cosas es responsable en la situación, y qué cosas debe confiar a Dios. La tarea centrada en Dios suele hacer que el aconsejado deje de depender en el consejero y entre en una más profunda y confiada dependencia de Dios. El aconsejado que tiene a Dios en la mira, verá sus propios fracasos, debilidades e incapacidades sin tener miedo; su esperanza está en Dios, y puede prestar una atención disciplinada y tranquila a las cosas que Dios lo ha llamado a hacer, mientras al mismo tiempo deja en manos de Dios las cosas que no puede hacer.
Nuestros aconsejados deben ver a Dios tal como Dios es. Susana debe comprender la parte que Dios tiene en su vida. Ella debe empezar a entender qué es lo que Dios quiere de ella como hija de Dios.
La existencia de Dios y su obra deben ser los principales intérpretes de la experiencia personal para el aconsejado. Se hacen vitales los estudios bíblicos donde Dios ocupa un lugar central. Estos estudios deben incluir:
1. Quién es Dios: su carácter y sus atributos;
2. Cómo obra Dios: su proceso de santificación, su control soberano, y su gracia y perdón;
3. La relación del aconsejado con Dios: identidad en Cristo y adopción como hijos; cómo tener un encuentro con Dios; cómo servir a Dios en el Espíritu Santo;
4. Estudios de ejemplos en la Escritura: Dios obrando para bien de su pueblo. Dios el que cumple sus promesas.
La tarea que centra la atención en estas verdades sobre Dios, pondrá en una correcta perspectiva bíblica las circunstancias y problemas del aconsejado. La verdad quita los ojos del aconsejado de los dilemas del momento y lo lleva a mirar con confianza y esperanza al autor y consumador de la fe. Es importante hacer más que simplemente decir estas verdades al aconsejado. Los aconsejados deben tener parte en el proceso de examinar las Escrituras de manera que la poderosa presencia de Dios se grabe indeleblemente en sus corazones. Nuestra doctrina de Dios requiere tareas asignadas en que los aconsejados tengan un encuentro con Dios. (En el próximo artículo el autor explicará cómo las doctrinas de pecado y de santificación ...