... toda una gama de actividades humanas. Se trata de la tendencia común de despojarse de la responsabilidad personal entregándola al «profesional». Este individuo puede ser el gurú del Hinduismo, el imán del Islam, el hechicero de las religiones animistas o el director espiritual de la Nueva Era. Todos ellos se pueden agrupar bajo el título genérico «sacerdote».
Todo esto constituye una presión humana muy sutil que afecta a las iglesias evangélicas, quizá sin que lo sepamos. Hemos pasado por alto la doctrina del sacerdocio de todos los creyentes, que volvió a descubrirse en la Reforma.
¿Qué dice el Nuevo Testamento? Lo fundamental es que somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Ro. 12:5). No vivimos aislados. Somos interdependientes. La primera consecuencia de ello es el uso de nuestros dones en beneficio de todos (Ro. 12:6-8). Otra es la amonestación mutua (Ro. 15:14). Además, hemos de sobrellevar los unos las cargas de los otros (Ga. 6:2); y también animarnos y edificarnos unos a otros (1 Ts. 5:11). En una palabra, todos los miembros de la iglesia local deben preocuparse los unos por los otros (1 Co. 12:25). Practican así el cuidado espiritual.
La otra cara de esta moneda es que, según el Nuevo Testamento, los líderes espirituales de la iglesia tienen, en su calidad de líderes, una gama de funciones relativamente estrecha. Están ahí principalmente a fin de «aparejar» a los demás miembros para la obra del ministerio (Ef. 4:12).
Ni siquiera deben los líderes responsabilizarse por todas las visitas de los enfermos o todos los consejos espirituales. Cada miembro del cuerpo desempeña un papel vital en el cuidado mutuo. ¡Somos todos sacerdotes! (1 P. 2:9, Ap. 1:6). ¡Todos ofrecemos sacrificios espirituales! (1 P. 2:5). «Por tanto, de hacer bien y de la ayuda mutua no nos olvidemos; porque de tales sacrificios se agrada Dios» (He. 13:16).
Admitamos con humildad que muchas veces hemos sucumbido a la tentación de seguir la corriente, no solamente en la evangelización y el cuidado espiritual sino en otras actividades también. Incluso hemos tratado, con demasiada frecuencia, de justificarnos a base de argumentos pragmáticos insostenibles. De esta forma se manifiestan los efectos del pecado en la mente.
Las presiones humanas son fuertes. Debemos resistirlas.
b) Sistemas teológicos
Los sistemas teológicos normalmente giran en torno a un concepto básico o unas cuantas ideas ...