... la televisión, luchemos a favor de una cosmovisión cristiana de la vida. Nuestros esfuerzos no han de ir encaminados tanto a reprimir, dejar de ver, como a promover, enseñar a ver. Estas «gafas correctoras» nos permitirán captar los mensajes que hay detrás de cada película, detrás de cada anuncio publicitario o de cada debate. Esta actitud crítica y correctora nos permitirá una transformación de la información. Este es el mensaje básico de Romanos 12:1-2, mensaje que hemos de contextualizar a cada situación práctica de la vida. Ponernos a mirar un programa sin estas «gafas» nos deja expuestos a la influencia mimética, a la manipulación y, en último término, a la secularización.
A modo de conclusión podríamos elaborar una breve guía de preguntas prácticas para saber evaluar mejor los programas:
- ¿Qué nos dice este programa acerca del dinero, las posesiones materiales, el consumismo y el estilo de vida?
- ¿Qué nos dice sobre las relaciones humanas, la deshumanización, la dignidad de toda persona?
- ¿Qué nos dice sobre la amistad, el sexo, la pornografía, las relaciones familiares?
- ¿Qué nos dice sobre la violencia, la guerra, la paz?
- ¿Qué nos dice sobre la mentira, la honestidad, el vocabulario soez y el uso de la lengua?
- ¿Qué nos dice sobre la comida y la bebida, el alcohol, la gula?
A esta lista cada uno de nosotros podría añadir sus propias reflexiones. Los apóstoles le pidieron al Señor: «Enséñanos a orar» (Lucas 11:1). Quizás nosotros hoy deberíamos pedirle también al Señor: «Enséñanos a mirar la televisión con sabiduría». Dos palabras probablemente resumirían una actitud equilibrada: Dosificar y discernir. Que el Señor nos dé cada día más de su Espíritu para «examinarlo todo y retener lo bueno».
El Dr. Pablo Martínez Vila ejerce como médico-psiquiatra en Barcelona desde 1979. Realiza, además, un amplio ministerio como escritor, consejero y conferenciante en España y muchos países de Europa.