... el versículo 8, sin omitir el resto del pasaje. Allí encontramos una buena estrategia conciliadora para utilizar en nuestros días.
4) Puede ser una Iucha por el gobierno de una iglesia o de un organismo religioso: Un buen ejemplo es Diótrefes (3 Jn. 9-10), a quien le gustaba «tener el primer lugar entre ellos», es decir, ejercer el gobierno de la iglesia. Según el texto parece que Diótrefes tenía un cargo en la congregación pero no estaba conforme. Ambicionaba todo el poder. Para ello interfería la correspondencia, trataba de deteriorar la imagen de Juan («parloteando palabras malignas contra nosotros», v.10), y se negaba a recibir a los hermanos que, en general, venían de parte del apóstol. A ello sumaba otras actitudes agresivas: a los miembros de la iglesia les prohibía recibir a esos visitantes, y a los que los recibían los expulsaba de la congregación. Evidentemente, Diótrefes no lograba que todos le obedecieran, porque allí había algunos miembros influyentes, como Gayo, que -pese a la prohibición- recibían a los hermanos en sus propias casas. Esos hermanos eran misioneros que «salieron por amor del nombre de Él» (vs.5-8).
En el mundo helénico era costumbre de los cristianos primitivos cambiar su nombre si tal nombre era abiertamente pagano y tenía algunas connotaciones idolátricas. Diótrefes no había respetado esa costumbre. Dio se refería al dios Zeus y trefes (trepho) al verbo alimentar. Por eso Diótrefes significa «alimentado por Zeus». Siendo líder de la iglesia, el hecho de conservar ese nombre podía indicar que Diótrefes no había roto del todo con el paganismo. Además, su ambición demostraba que dentro de la iglesia pretendía un poder político, al estilo de los lideres mundanos. Aspiraba a tener una jerarquía indiscutible, sin la influencia del apóstol Juan y sin la intervención de los molestos misioneros y predicadores itinerantes que recorrían la región. Su lucha era una «lucha sucia», que entristecía al hermano Gayo (otro de los lideres) y a gran parte de la iglesia.
¿Qué hizo el apóstol Juan? Pese a su autoridad apostólica, no separó a Diótrefes de su cargo, ni pidió que la iglesia lo hiciera. El apóstol se limitó a anunciar su visita (vs.10,13,14) e informar que entonces él «recordaría» las palabras malignas de Diótrefes. Es probable que, siguiendo fielmente las instrucciones de Jesús en Mt. 18:15-22, su intención haya sido entrevistar personalmente a Diótrefes y buscar una solución al problema. Supongo que ...