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El consejero bíblico


Soltero en cristo / Continuación

... cielo son muy superiores a las bendiciones de casarse y tener hijos; por lo tanto, hacer esta pregunta es como preguntar: ¿No sería mejor tener el océano y también el vaso lleno de agua? Y la segunda respuesta es que tanto el matrimonio como la soltería nos presentan pruebas únicas y oportunidades únicas para nuestra santificación. Habrá recompensas únicas para cada uno, y lo que es estupendo no dependerá de que seamos casados o solteros, sino de la manera como uno enfrentó su condición.

Entonces, nuevamente les digo a todos los solteros en Cristo: Dios les promete para el porvenir bendiciones mejores de lo que son las bendiciones del matrimonio y los hijos.

Una Exhibición Única de las Glorias de Cristo

Y con esta promesa también viene un llamado único y una responsabilidad única. No es un llamado a extender la irresponsabilidad de la adolescencia hasta la edad de treinta años? Es un llamado a hacer lo que solamente los solteros y las solteras en Cristo pueden hacer en este mundo, a saber: Consagrar su soltería a la exaltación de Cristo, y demostrar aquellas verdades acerca de Cristo y de su reino que brillan más claramente por medio de la soltería que por medio del matrimonio. Mientras permanezcan solteros su llamado es éste: Vivir para Cristo de tal manera que Él sea visto claramente por el mundo y la iglesia.

Que la familia de Dios no crece por medio de nacimientos naturales (mediante relaciones sexuales) sino por medio de la regeneración a través de la fe en Cristo.

Que las relaciones en Cristo son más permanentes y más preciosas que las relaciones familiares;

Que el matrimonio es temporal, y finalmente cede el lugar a las relaciones a las que ha estado apuntando desde el principio: Cristo y la iglesia (esto se parece al hecho de que ya no necesitamos mirar una fotografía cuando vemos a la otra persona cara a cara);

Que la fidelidad a Cristo define el valor de la vida; todas las otras relaciones son significativas debido a esta verdad. Ninguna relación familiar es final; la relación con Cristo sí lo es.


A Él sea la Gloria en el drama de la exaltación de Cristo en el matrimonio y en el drama de la exaltación de Cristo en la vida de soltero. Amén.