... del encuentro y de la resurrección.
Concentrémonos ahora en la interpretación que ofrece el muchachito. El hijo mayor llega del campo y, al escuchar la música, llama a un pais. Esta palabra griega puede tener tres significados. El primero es «hijo»; el segundo, «siervo». El tercer significado es «muchachito». Las versiones sirias y arábigas de Medio Oriente siempre han optado por esta tercera opción. El hijo mayor pregunta (al muchachito) qué ocurre y el joven le responde (como yo lo traduciría): «Tu hermano ha regresado, y tu padre ha matado el becerro engordado porque (y aquí viene la segunda interpretación) ha (el padre) recibido a su hijo con paz (shalom)».
El punto está en que el banquete se lleva a cabo para celebrar el triunfo del padre en su esfuerzo por lograr la reconciliación, y la comunidad ha venido a participar en esta celebración. En lugar de una ceremonia qetsatsah de rechazo comparte con el padre la alegría de haber logrado una restauración a un alto costo. Por lo tanto, el muchachito confirma la interpretación del padre: para ambos, el banquete es una celebración por el costoso triunfo del padre en reconciliarse con su hijo.
Las palabras del muchachito, «Lo recibió» (y tiene pensado comer con él), recuerdan al oyente la queja de los fariseos: «Este hombre [Jesús] recibe a los pecadores y come con ellos». En esta parábola el padre hace lo mismo.
Aún nos queda por examinar la interpretación del hijo mayor, la cual encontramos después de que el padre trata de reconciliar a este hijo consigo. El hijo mayor expresa: «Mataste el becerro engordado para él». Este reclamo refleja todo lo contrario de lo que el muchachito le ha dicho hace unos momentos al hijo mayor. También se contrapone al propósito que tiene el banquete de acuerdo con la declaración del propio padre. Si el oyente se da cuenta de que el hijo mayor contradice las dos interpretaciones previas acerca del banquete, necesariamente debe hacer una elección. ¿El banquete se celebra en honor al hijo pródigo o en honor al padre? ¿Es una celebración porque el hijo pródigo logró con esfuezo (y por sus propios medios) llegar a casa, o se celebra en cambio que el padre lograra con un valioso esfuerzo crear shalom? Los invitados, ¿felicitarán al padre o al hijo?
Según percibí en estos 40 años, el lector moderno de esta parábola, por lo general, ni siquiera percibe estos contrastes y, por ende, no se da cuenta de que hay que hacer una elección. El banquete es un anticipo ...