Artículos

El consejero bíblico


La humildad en el uso de la BIblia / Continuación

... de esta índole.

Los pasajes que nos perturban por su contenido «desagradable» (a nuestro modo de ver) afectan toda la personalidad humana. La mente se rebela contra lo enseñado en el texto bíblico y se produce una reacción emocional. 0 puede ser al revés. La reacción negativa a nivel de las emociones influencia el proceso mental. Resultado final: La voluntad rehusa ceder. No hacemos caso de las palabras admonitorias «sea Dios veraz» (Ro. 3:4).

Uno de los dichos más difíciles de Jesús es el de Mateo 10:34. «No penséis que he venido para traer paz a La tierra; no he venido para traer paz, sino espada. » Lucas nos explica qué quiere decir Jesús con «espada». «¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión» (Lc. 12:51). Lo que choca más que nada es que la espada de disensión divide familias (Mt. 10:35-36, Lc. 12:52-53). Así que Jesús, per lo visto, destroza las relaciones más íntimas, los lazos emocionales más fuertes de la vida humana. ¡Qué barbaridad! En vez de paz, guerra; y hasta en el hogar.

Piensa en dos hermanos. Uno de ellos es hincha del Real Madrid; el otro, del F.C. Barcelona. Los dos se comprometen a apoyar a sus equipos respectivos. Pero hay otro compromiso más fuerte: el que existe entre hermanos de una misma familia. Por encima de toda rivalidad con relación al fútbol, los hermanos se comprometen el uno al otro si se amenaza la solidaridad familiar. ¿Qué pasará si se convierte uno de los dos hermanos? Tiene ahora compromisos a tres niveles: para con el equipo de fútbol, la familia y Cristo. Pero este último compromiso es el más profundo. Afectará su actitud hacia el fútbol y, sobre todo, hacia su familia. Se suscitarán tensiones.

Los conflictos de lealtad entre Cristo y familia son a veces inevitables porque existe una batalla en lugares celestiales entre luz y tinieblas (Ef. 6:12). Sí, los enemigos del hombre pueden ser «los de su casa» (Mt. 10:36). ¿Te ofendes por esta enseñanza? Una genuina humildad la acepta sin reservas.


Conclusión

Es evidente que la humildad en el uso de las Escrituras tiene varias dimensiones. Nos cuesta mantener semejante humildad. Estamos tentados a errar fuera de las fronteras de la revelación divina y a dar coces contra los límites del conocimiento humano. Estamos poco dispuestos a reconocer todos los efectos del pecado en la mente humana. El orgullo nos lo impide.

Siempre ha sido así. Desde la caída hemos deseado ser ...

Continuar leyendo