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El consejero bíblico


Las seis marcas distintivas del discipulado / Continuación

... el grupo (véase el artículo) es vital. Es cuando, por primera vez, presentamos el concepto de ser responsables el uno ante el otro y rendirse cuentas mutuamente, con apoyo bíblico. Les explicamos que su compromiso al discipulado incluye establecer metas y responsabilizarse de ellas. Otro beneficio de esa reunión es que el contacto amistoso alrededor de una comida compartida, empieza a "romper el hielo". Aunque es una tentación obviar esta reunión preliminar e ir directamente al grano, no lo consideramos opcional sino una parte íntegra del proceso.
2. Nos rendimos cuentas el uno al otro exclusivamente dentro de los grupos separados: hombres sólo con hombres, mujeres entre mujeres, reunidos en diferentes cuartos de la casa.
3. Reconocemos que la clase de transparencia que el grupo de discipulado necesita no sucederá de la noche a la mañana. Por eso esperamos hasta la tercera reunión para compartir cosas íntimas de nuestra vida personal. En la primera reunión, el líder sólo presenta el concepto y pide que el grupo piense y ore sobre los "votos no cumplidos" (véase Ec. 5:4 6 y el artículo). En la segunda, cada miembro presenta el primer voto o promesa que desea cumplir, lo cual se convierte en la primera meta. Luego y en sucesivas reuniones los integrantes que desean hablar comparten sobre su progreso hacia la meta. Así vamos conociéndonos, animándonos, exhortándonos y profundizando nuestra relación.
4. Este método se centra en las metas. Lo que compartimos está basado estrictamente en las metas que hemos establecido en forma personal que cada uno quiere lograr en su vida. El propósito no es compartir detalles innecesarios (tentaciones, fallas, etc.) de la vida espiritual, sino los adelantos en el cumplimiento de las metas establecidas. Es semejante a la reunión en Lucas 10, cuando los setenta volvieron de su viaje para presentar sus informes a Jesús (v.17). El primero paso es establecer las metas personales y luego informar sobre el cumplimiento de estos objetivos.
5. Todo lo comentado durante los grupos separados es información confidencial. Ni siquiera el líder ha de compartirla con su esposa, con excepción de casos extremos.
6. El líder del grupo debe considerar que el éxito de rendirse cuentas mutuamente se logra a través de un proceso a veces largo, donde se va estableciendo confianza entre todos los miembros del grupo. Es importante comenzar lentamente y con cautela. Poquito a poco vamos asentando la intimidad buscada. ...

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