... es, celestial» (Hebreos 11:9,16). A fin de cuentas, la tierra física no tenía mucha importancia a los ojos de Abraham. Seguramente le habría sorprendido ver cuán importante es para tantos creyentes del siglo XX.
De alguna manera, hemos de dar cabida a todos estos trozos del rompecabezas, y otros muchos tocante al mismo tema. No tenemos el derecho de omitir ninguno de los textos relevantes. Reunir todos los datos y colocarlos correctamente es un trabajo considerable. Pero no hay más remedio si deseamos llegar a conclusiones acertadas.
No existen atajos en esta disciplina. Sí, es una disciplina. El fundamento para ella, que con frecuencia se pasa por alto, es simplemente la lectura continua de la Biblia, preferentemente en grandes secciones, inclusive aquellas partes que nos parecen poco atractivas. De esta forma la absorberemos en nuestra comente sanguínea. Poco a poco los trozos encontrarán su debido lugar.
En este proceso puede ser que nos sintamos obligados a modificar o cambiar por completo nuestras interpretaciones anteriores. ¿Estamos dispuestos a hacerlo? ¿Poseemos la humildad suficiente para ello?
7. La Biblia es doctrinal
En este apartado hablaremos brevemente de aquella disciplina que comúnmente se llama Teología Sistemática. Por medio de esta disciplina se construye un cuerpo de enseñanzas que expresa ordenadamente lo enseñado en la Biblia acerca de las doctrinas fundamentales de la fe cristiana.
Imaginémonos un supermercado en el que los comestibles están esparcidos sin orden en todas partes. Si pienso comprar un surtido de quesos, tendré que buscarlos en varios sitios. Habrá tal vez un género de queso junto a frutas, otro al lado de embutidos, o de pan, chocolate, bebidas, pescado, mantequilla, sopas? Necesitaré mucha paciencia para encontrar todos los quesos que deseo.
Hace falta semejante búsqueda si queremos informarnos plenamente sobre las enseñanzas doctrinales de la Biblia. Estas enseñanzas están del todo entremezcladas, hallándose distintos aspectos de ellas en diversas partes de las Escrituras. Una vez reunidas y puestas en orden, se asemejarán a lo dispuesto en un supermercado normal.
Cada parte de la Biblia enseña doctrina, o explícita o implícitamente. El conocimiento amplio de aquellos pasajes que son explícitamente doctrinales, especialmente los que están en las cartas del Nuevo Testamento, nos ayudará a discernir la doctrina que está bajo la superficie ...