... todo lo que Dios quiere para resolver y rectificar los múltiples problemas del matrimonio y la familia modernos. ¿Qué está ocurriendo? El método, la aplicación y el consejo de la Palabra de Dios están siendo reemplazados por recetas humanas de sicólogos, por triquiñuelas y trucos, por cursos especiales para el matrimonio --que podrán ser buenos pero evitan que nos concentremos en lo que la Biblia afirma sobre la familia. Cuando no se basan en la Palabra de Dios, todas esas cosas son añadidura a la Biblia, y por otra parte socavan la idoneidad de la Palabra de Dios.
El área de la comunidad cristiana
Hoy día es común tratar a la iglesia como si fuera una empresa, un negocio. Cuando se escoge un líder ya no se da preferencia a las características señaladas en 1 Timoteo y Tito, sino en especial a las cualidades de un líder con «carisma», capaz de manejar (como en la industria) cantidades de gente para una buena producción. Y queremos aplicar en la iglesia técnicas seculares que, por más buenas que sean, no son la clave para edificar al cuerpo de Cristo. Es como decir que el aprendizaje y la aplicación de los principios de Dios no son suficientes.
El área de la sociología
Tomemos 3 ejemplos de temas candentes: La homosexualidad, el aborto, y el rol de la mujer en la comunidad y en la iglesia. La perspectiva del mundo y la perspectiva bíblica están en conflicto (lo cual es de esperarse). Sin embargo, para nuestra vergüenza, mucho de lo que afirma el mundo está formando nuestras actitudes hacia estos y otros temas importantes. Es otra manera sutil de socavar la eficacia, idoneidad y suficiencia de la Palabra de Dios.
El área de la nueva revelación
Quizás el ataque más sutil pero más peligroso, se lleva a cabo dentro de la iglesia. Es el caso de las revelaciones extrabíblicas. Hoy día existe toda clase de profecías, «palabra del Señor», «el Señor me dijo», que están gobernando a un creciente número de iglesias y creyentes. En muchos casos las revelaciones extrabíblicas están por encima de la Palabra de Dios y resulta en una actitud de «no importa lo que dice la Biblia; el Espíritu de Dios me dijo...» Por estos y varios motivos más abrimos la Biblia en el Salmo 19:7-9. Allí vemos qué autoridad se da la Biblia a sí misma.
La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; el testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran ...