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El consejero bíblico


LA URGENTE NECESIDAD DE LA KOINONIA / Continuación

... koinonia habrá amor visible entre los cristianos: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros (Juan 13:35).

En la verdadera koinonia los unos estarán sobrellevando las cargas de los otros: Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo (Gálatas 6:2).

En la verdadera koinonia habrá unidad de fe: ...la común fe... (Judas 3; Tito 1:4);

En la verdadera koinonia compartirán bienes materiales según la necesidad: En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos (1 Juan 3:16-17).

En el ministerio de aconsejar, hemos advertido una gran falta de esta clase de koinonia en la mayoría de los apartados antes del enfriamiento. Por ejemplo, cuando un cristiano comienza a referirse a «ellos» y «ustedes» en vez de a «nosotros» al hablar de su congregación local, es señal peligrosa. Lo más probable es que vaya camino a ser un «apartado». Es mucho más fácil prevenir que se aparte cuando existe la verdadera koinonia.

Por otro lodo, pocos de quienes realmente experimentan la koinonia bíblica terminarán apartándose de la enseñanza de Cristo y de la iglesia.

El escritor de Hebreos explica: Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios... (12:5). La frase «mirad bien» es una traducción de la palabra original episkopeo, en otros contextos traducida «obispo» (Hechos 20:28; Filipenses 1:1; 1 Timoteo 3:2; Tito 1:7), y de donde obtenemos los términos «supervisor» y «sobreveedor». El texto de Hebreos no trata de un autoexamen sino de una exhortación a todos los creyentes a vigilar la santidad de nuestros hermanos en Cristo. La verdadera koinonia provee el contexto apropiado para poder corregir, reprender y exhortar («mirar bien») a los hermanos que muestran inicios de un enfriamiento.

Observemos algunas de las muchas exhortaciones bíblicas a los creyentes a vigilar y a proteger la vida espiritual de los de la koinonia:

Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo... (Gálatas 6:1).

Si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas... (Mateo 18:15).

Yo mismo estoy también convencido de que vosotros [sois] capaces de amonestaros los unos a los otros (Romanos 15:14).

Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis ...

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