... de Dios
Gloria de Dios
[INSERTAR LÍNEA OBLICUA, ASCENDIENTE DE IZQUIERDA A DERECHA]
[INSERTAR TRIÁNGULO NEGRO.]
[TÍTULO] Dios inclina la balanza de nuestro sufrimiento.
Ideas prácticas
a) Considere la vida de José. ¿De qué manera ve usted el amoroso propósito divino? Note especialmente Génesis 50:20.
b) Considere la vida de Noemí en el libro de Rut. ¿De qué manera ve el amoroso propósito divino?
c) El camino de la vida cristiana se resume en una variedad de formas.
?El propósito principal del hombre es glorificar a Dios y disfrutar de Él eternamente.? (Catequismo de Westminster)
?Sed santos porque yo soy santo?.
?Sed imitadores de Cristo?.
¿De qué maneras esto puede indicar que en su dolor hay propósitos de gran envergadura?
d) Lea una biografía sobre el sufrimiento, por ejemplo Un paso más, por Joni Eareckson, Portales de esplendor, por Elizabeth Elliot.
e) Establezca pautas para leer la Biblia como una oración. Considere la posibilidad de comenzar con pasajes sobre la esperanza.
f) Lea Hebreos 10:37-12:12. ¿Cómo lo alientan estas breves biografías? ¿Cómo afectaría esta esperanza su propia vida? ¿Qué preguntas surgen al leer este pasaje?
No con el corazón destrozado ni como estoicos, sino siendo siervos de Dios que sufren y responden a su gracia.
¿Quiénes somos, entonces? ¿Cuál es nuestra identidad?
Por ejemplo, la gente que ha sufrido en manos de otros a veces siente que con seguridad les espera una vida como víctimas. Esto es lo que son, y lo más que pueden hacer es protegerse del dolor. Sin embargo, Dios reorienta a los que sufren. Él revela que la gracia recibida no se puede comparar con el dolor que están experimentando. O piense en las personas enojadas porque no creen merecer el dolor. Habiendo recibido misericordia y gracia, estas personas de pronto se sienten humilladas por el sorprendente precio de la iniciativa de amor hacia ellos. Habiendo sido víctimas reactivas, se convierten en personas amantes que responden a Dios. El fundamento de la vida del cristiano es la gracia de Dios, no la libertad del dolor. Éramos enemigos de Dios, estábamos desnudos y ciegos, Él tomó la iniciativa de venir a nosotros. ?Siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros? (Ro.5:8).
Quizás la expresión ?responder a la gracia? grafica nuestra nueva identidad. Dios es el incansable iniciador de la gracia libertadora; por fe nosotros respondemos a su gracia. Respondemos ...