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El consejero bíblico


El yugo desigual / Continuación

... joven sin embargo no nos quería escuchar. «¡Qué importa, si no pienso casarme con él!» Le indiqué que si era el caso, estaba perdiendo el tiempo, tal como dice Jeremías: «Cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua» (2:13). No importa cuánta agua uno eche en una cisterna rota, no la retendrá, así que hacerlo es perder tiempo, esfuerzo y energía. Lo mismo sucede en una relación no bíblica?uno está echando agua pero la cisterna está rota. A pesar de todos los consejos, ella seguía de novia con ese muchacho. Un día el novio de nuestra secretaria por pura curiosidad entró en una carpa donde predicaban el evangelio. Se sentó, escuchó el mensaje y al terminar pasó al frente para recibir al Señor. Esto nada tuvo que ver con el testimonio de la muchacha. Después de comprender todas las impli¬caciones de la decisión que había tomado, el joven terminó con su novia. Su explicación fue: «No quiero andar con una chica que, siendo cristiana, estaba de novia con un inconverso?aunque el inconverso haya sido yo». La última vez que oí hablar de ellos, el muchacho caminaba fiel al Señor y ella se había casado con otro inconverso porque esperaba familia.
Aunque podemos tener muchos amigos, hay diferentes niveles de amistad.
a. Los conocidos. La relación se caracteriza por un contacto ocasional a nivel superficial. Es un trato a nivel general, que se da tanto con creyentes como con inconversos.
b. La amistad ligera. Este tipo de relación está basada en intereses o actividades comunes con vecinos, compañeros de trabajo, de escuela, etc. En este grado también podemos hacer amistad con personas cristianas e inconversas. Como sucede en el primer caso, nos brinda una buena oportunidad de evangelizar con nuestra vida y palabra a las personas que no conocen a Cristo.
c. La amistad familiar o de confianza. Esta rela¬ción se basa en los propósitos y metas de la vida que haya en común. Este nivel está cimentado en una amistad más profunda. Tal profundidad en la relación debe darse entre cristianos. Esta amistad podría conducir a los primeros pasos del noviazgo.
d. La amistad íntima. Es un compromiso espiritual muy profundo, de discipulado recíproco. En tal relación existe la libertad de corregirse mutuamente. Hay confianza total, y el propósito es desarrollar el carácter de Cristo. Idealmente aquí se incluyen las últimas etapas del noviazgo y el matrimonio. Los problemas surgen cuando invitamos a amigos inconversos a compartir una profundidad de nuestra ...

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