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El consejero bíblico


Diez características distintivas de la Biblia 2/3 / Continuación

... del ángulo de visión. Así es en cuanto a ciertas doctrinas.

La Biblia enseña, por ejemplo, tanto la doctrina de la soberanía divina como la doctrina de la responsabilidad humana. Ambas son a primera vista contradictorias. Pero el lápiz dice que no.

Consideremos el caso de Faraón durante las diez plagas de Egipto. Es correcto decir, desde el punto de vista de la responsabilidad humana, que Faraón endureció su corazón (Éxodo 8:15, 32). Desde el punto de vista de la soberanía divina, hay que afirmar que fue Dios quien endureció su corazón (Éxodo 9:12, 10:20). La verdad consiste en los dos aspectos, mantenidos en equilibrio.

El apóstol Pablo exhorta a los filipenses: «ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad» (Filipenses 2:12-13). ¡Hacedlo vosotros, pero Dios lo hace!

¿Es una contradicción? No. La doctrina de la santificación tiene básicamente dos dimensiones: la humana y la divina. A la luz de la ilustración del lápiz, vemos que se comunican simultáneamente dos mensajes: nos toca a nosotros demostrar por nuestra conducta la realidad de nuestra salvación, y es Dios quien nos da el poder espiritual para lograrlo.

Cambiando de símil, la doctrina no es solamente como un lápiz sino también como una naranja. Una naranja tiene muchos segmentos. Cada uno de ellos está relacionado con todos los demás puesto que forman una unidad orgánica.

Del mismo modo, existe una relación muy estrecha entre los distintos aspectos de la doctrina cristiana dentro de la unidad orgánica de las Escrituras. Todos los aspectos son importantes; todos son necesarios, para que la «naranja doctrinal» sea completa.

No se puede concebir una naranja en la que falten dos o tres segmentos; tampoco una naranja que contenga unos segmentos más jugosos que otros. Pero ¿somos culpables de proponer una doctrina que tiene semejantes características? ¿Tratamos la doctrina como si fuese, por así decirlo, una naranja defectuosa?

Vamos al grano. ¿Hay segmentos de doctrina que omitimos en la práctica? ¿Hay segmentos que menospreciamos porque nos parecen poco jugosos, poco atractivos? La Biblia contiene tanto la doctrina del infierno como la doctrina del cielo.

Enseña tanto la ira como el amor de Dios. No cabe un enfoque selectivo. Hemos de conceder igual importancia a todos los segmentos de doctrina cristiana.

Los ...

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