... social podría darse porque la víctima es abandonada o decide abandonar a sus amigos o familiares; por ejemplo, la esposa se va de la casa porque alega que su esposo ocupa todo su tiempo siguiendo al líder. Una crisis espiritual podría producirse cuando la víctima siente que Dios la ha abandonado y no ve retribución por sus sacrificios.
Racionalización. Durante un período de pérdida o crisis a causa del desbalance de su vida, la víctima puede comenzar a racionalizar. Se convence a sí mismo de que los problemas que sufre no tienen nada que ver con la relación abusiva, sino que son otros los factores causales. Por ejemplo, es demasiado débil y no es capaz de perseverar en las demandas del Evangelio, o sus amigos y familiares están equivocados en su percepción de la relación. Podría también creer que Dios está ahorrando una enorme recompensa para dársela a él, o que Dios se ha olvidado de él pero que pronto lo rectificará.
Aceptación. De la etapa de crisis, la víctima podría entrar a la etapa de aceptación, donde se da cuenta de que las pérdidas que ha sufrido son el resultado directo de la relación abusiva, y que se han aprovechado de él. Idealmente, en esta etapa, la víctima se responsabiliza por su bienestar y busca ayuda profesional.
Aceptar la relación de abuso podría llevarlo a una actitud agresiva en contra de su líder. Por ejemplo, si la víctima tiene algún liderazgo dentro del ministerio, fomentará una rebelión o división del mismo, en la mayoría de los casos con amargos resultados.
La aceptación de una relación abusiva no ocurre exclusivamente durante una crisis; es posible que la víctima se da cuenta del abuso antes de que llegue a un punto crítico.
Síndrome de abstinencia. Se produce cuando la víctima ya ha dejado la relación y comienza a extrañar los buenos elementos de ésta como, por ejemplo, compañerismo y aceptación. La víctima podría deprimirse, ya que en realidad, aunque era una relación dañina, también ha perdido a una persona que había aprendido a amar y respetar.
Recuperación. La víctima llega a tener noción de su propia vulnerabilidad al involucrarse en relaciones dañinas y comienza a ser más proactiva para evitarlo; se vuelve más cautelosa al comenzar una nueva relación. En esta etapa existe el peligro de que la persona se involucre, casi sin darse cuenta, en otra relación abusiva.
ACONSEJANDO A VÍCTIMAS DE LÍDERES ESPIRITUALES ABUSIVOS
Es necesario evaluar a la ...