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El consejero bíblico


La idoneidad de las Escrituras / Continuación

... para toda buena obra» (2 Ti. 3:16-17). La Palabra de Dios es suficiente, idónea para todas las necesidades de la vida. ¿Es necesario añadirle cosas a la Palabra si es suficiente? Jamás.
2. El testimonio de Jehová es fiel. Testimonio --otra acepción de la palabra Escritura-- presenta a la Palabra de Dios como un testigo divino. Además, es un testigo fiel, por encima de toda duda en sus declaraciones. Fiel habla de inamovible, firme, sin errores, digno de confianza. Fiel califica a la Escritura como un fundamento sobre el cual la vida y nuestro destino eterno puede ser edificado sin sombra de duda. Hay quienes edifican su vida sobre supersticiones, o por consejo de brujas, o bien «profecías». Es en la Palabra de Dios donde debemos hallar dirección.
«Fiel» está en contraste con lo inseguro, inestable, voluble y cambiante de la sabiduría y la opinión de los hombres. Tenemos que decidir en nuestro propio corazón entre escuchar a los hombres o escuchar a Dios.
El beneficio es que hace sabio al sencillo. Una persona sencilla es inexperta, neófita, de una ignorancia ingenua que fácilmente se puede descarriar. Pero la Palabra de Dios la puede hacer sabia; le puede dar una base sólida y tremenda estabilidad. El término sabio aquí significa instruido en el arte de una vida piadosa. La Palabra de Dios puede tomar a alguien ingenuo, ignorante, y neófito, y hacer que sea capaz de vivir una vida piadosa de acuerdo a la voluntad divina. Entonces, no hay razón para recurrir a elementos fuera de la Biblia para hacerla relevante y práctica.
3. Los mandamientos de Jehová son rectos. El mandamiento es diferente de la ley y del testimonio, aunque todos se refieren a la Palabra de Dios. Mandamiento habla de dichos, ordenanzas y estatutos, principios divinos que están establecidos en las páginas de la Biblia para que el hombre los siga. David afirma que estos principios divinos son rectos. La palabra recto significa mostrar el sendero correcto, dar correcta dirección. Cuando nos ponemos bajo la guía de la Palabra de Dios, ella nos da una correcta dirección y nos envía por el correcto sendero, algo que no vamos a encontrar en la sabiduría del mundo. Es como si alguien nos tomara de la mano, nos liberara de toda vacilación, nos diera profunda satisfacción y una conciencia gozosa de estar en el camino correcto hacia una meta correcta.
El beneficio es que alegran el corazón. ¿Dónde tenemos que ir entonces para encontrar gozo, alivio, ...

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