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El consejero bíblico


Liderazgo: Batalla contra el desaliento / Continuación

... a Dios y a su pueblo con gozo. Es aquí donde termina la presión para producir por esfuerzo propio. Nadie puede añadir nada a lo que Dios está haciendo. Nadie ha agregado o quitado nada al plan de Dios, ni el más espiritual de los hombres ni el más malvado de ellos. Dios está llevando a cabo sus propósitos y nosotros podemos descansar en Él.
Cuando el tiempo y la eternidad se unan nuevamente, todo lo que estaba en el corazón de Dios para ser conseguido en el tiempo, habrá sido hecho. Todo.
Dios está buscando a aquellos que sean vasos para sus trabajos eternos, para que sólo Él sea la explicación de lo que Él está haciendo y para que sólo Él reciba toda la gloria. Sólo Él puede hacer obras que perduren a la luz de la eternidad.
El síndrome del profeta
Entre todos los profetas del Antiguo Testamento no hay otro más poderoso que Elías. El tenía verdadera fuerza de carácter, osadía, valentía y una fe sólida.
En 1 R. 18-19 somos testigos de una de las más increíbles escenas de las Escrituras. Lleno del poder de Dios, Elías confrontó al rey Acab y a su esposa (la malvada Jezabel) a los 400 profetas de Baal y a los 400 profetas de Asera. Un solo hombre enfrentado contra una horda enemiga y resistiéndoles en el poder sobrenatural de Dios. Elías conocía del poder de Dios para suplir en las más difíciles circunstancias. En el monte Carmelo lo vemos levantando el pendón de la fe y de la valentía, y vemos cómo Dios responde con una tremenda manifestación de poder: fuego del cielo.
Sin duda esperaríamos que después de tal demostración divina, la fe y la confianza del profeta crecerían hasta un punto insospechado, pero no es así. Perseguido por Jezabel cae en depresión y le asaltan pensamientos suicidas (1 R. 19).
Cuando batallamos contra el desánimo y la depresión, uno de los mayores problemas es que perdemos la habilidad para enfrentar las realidades de nuestra situación o las circunstancias que nos han llevado al lugar donde nos encontramos. Dios confrontó a Elías allí donde Elías estaba y le hizo confrontar las razones que lo había llevado a donde estaba.
A veces no queremos hacernos las preguntas difíciles de la vida y el ministerio. Dejamos que otros definan lo que somos y a dónde vamos. Elías se vio inmovilizado por las falsas concepciones de sí mismo y la necesidad de proteger la reputación de Dios. Podemos parafrasear 1 R. 19:10 diciendo: "Aunque yo he sido muy celoso por tu obra, oh Dios, los israelitas no han respondido ...

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