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El consejero bíblico


Las seis marcas distintivas del discipulado / Continuación

... un líder eficaz de discipulado tiene que revelar sus necesidades, a fin de crear un ambiente abierto para el diálogo. Esta dinámica es el ingenio del discipulado porque todos estamos acostumbrados a dar cuentas en una sola dirección --por ejemplo, en la escuela hacia los maestros. En un grupo de discipulado, aun los líderes comunican parte de sus luchas, hasta sus fallas.
Otro propósito --y resultado-- de rendirse cuentas mutuas es evitar la "entropía". La entropía es la segunda ley de la termodinámica de la ciencia física. Expresa que todo siempre va hacia más y más desorden, o caos. En otras palabras, cuando se empieza algo --aun algo bueno y valioso-- la tendencia siempre es que esa cosa se deteriore. Todos la hemos experimentado. Establecemos metas valientes; pero, ¿qué sucede después de un tiempo? Nuestros tiempos devocionales, la lectura diaria de la Biblia, nuestra vida de oración, la memorización de las Escrituras, tarde o temprano la gran mayoría de éstos objetivos se diluyen. Es la entropía en acción. Siempre está obrando, no solamente en nuestras vidas y familias, sino también en nuestras iglesias.
Para prevenir la entropía, entonces, la Biblia presenta el concepto de rendirse cuentas mutuamente para que en vez de descomposición y deterioro se facilite el éxito de estos programas --y de nuestras propias vidas espirituales.
4. Grupos separados y metas individuales
Cuando mi esposa y yo trabajamos con otros matrimonios, dividimos la reunión en dos partes de (cuando menos) una hora cada una. La primera parte es para la enseñanza bíblica (veremos estos elementos en el siguiente punto). Durante la segunda hora, dividimos el grupo entre las mujeres, a cargo de mi esposa, y los varones, a mi cargo. La razón primordial de esta división entre hombres y mujeres es que, de acuerdo a nuestra experiencia, los hombres no se sienten en libertad para compartir sinceramente cuando sus esposas están presentes. Con la separación durante el encuentro logramos la honestidad, la intimidad, y la profundidad necesarias para ver vidas cambiadas. Así experimentamos profunda comunión y casi siempre ¡la reunión dura tres horas en lugar de dos!
En esta manera estamos cumpliendo con otro fundamento del discipulado: Pasar tiempo con los discípulos como Jesús hizo con los doce (Jn. 11:54). ¿Con qué objetivo? La respuesta está en Hebreos: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, ...

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