... ex testigo de Jehová. Para él fue un proceso cognitivo de entender que la salvación es por gracia y no por obras. Aun después de su conversión, durante mucho tiempo siguió entendiendo ciertas enseñanzas doctrinales usando como filtro lo que había aprendido en aquel grupo.
Una vez me paré en una gasolinera para cargar combustible y el empleado me escuchó llamar a mi hijo Joel. ¡El hombre vio esto como su oportunidad!
?Es un nombre bíblico, ¿verdad?
?Sí ?contesté?, un profeta menor del Antiguo Testamento.
?¿Usted lee la Biblia? ?me preguntó.
?Sí, todos los días ?respondí.
?¿Qué versión de la Biblia emplea? ?preguntó, ya con más agresividad.
?Bueno ?repliqué inocentemente?, leo varias versiones.
En ese momento me miró mordazmente y declaró: ?La Reina Valera es la única bendecida por Dios. Las demás versiones son falsas y si uno las lee no es cristiano.
Suponiendo que este hombre estaba bien armado con argumentos para apoyar lo que decía, decidí no refutar su aserción. Entonces, con calma le pregunté: ?Y si viviera en otro país que no habla español, ¿qué me sugeriría? ¿Aprender español para poder leer la versión Reina Valera de la Biblia?
Nadie le había hecho una pregunta así y me miró desconcertado respondiendo raquíticamente: ?Bueno, tendré que pensarlo un poco, ? y habiendo dicho esto no volvió a decir palabra. No estaba preparado para que alguien lo cuestionara de esa manera.
La idea es aflojar un ladrillo en el fundamento de la fe mal cimentada. Pero hay que hacerlo con amor. Una vez que la persona ha reconocido que el grupo no ha satisfecho sus necesidades del alma, estará dispuesta a oír el verdadero evangelio.
6. No distraerse con temas de menor importancia es igualmente relevante. Una vez que la persona reciba a Cristo, dejará también estas cosas secundarias. Tener siempre en mente cúal es el propósito: presentar la verdad de Jesucristo con amor y respeto, y volver una y otra vez al mensaje central que es Jesucristo, el Salvador y Señor.
7. Estudiar las creencias del grupo en cuestión y descubrir a ciencia cierta lo que creen, y cómo presentan y defienden sus creencias. Muchos sólo están acostumbrados a exponer sus creencias, pero no preparados para una buena defensa de la doctrina bíblica (1 P. 3:15).
Recuerdo cuando a nuestra oficina en México llegaron dos personas propagando la doctrina de una secta. Yo había estado estudiando precisamente las creencias ...