Artículos

El consejero bíblico


Nosotros y nuestro mundo / Continuación

... no podía hacer otra cosa que aferrarme a la promesa de Dios para Israel: ?Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos? (Isaías 54:13). Ese versículo fue mi oración muchas veces a lo largo de los años para todos mis hijos.

Hace ya varios años Patricia y yo lo invitamos a Andrés a ir con nosotros a Jamaica para una cruzada. Allí él conoció a su futuro suegro y a su familia. El compromiso a Jesús de ellos convenció a Andrés de su perjudicial rebeldía y lo llevó a Andrés a lo que él llama ?un serio arrepentimiento?.

Mi gozo es que ahora los dos sabemos que el Espíritu de Dios está viviendo en él, y a Dios sea toda la gloria por ello. Andrés ha nacido en Dios y lleva el fruto de ser su hijo, siendo conformado a la imagen del Señor Jesucristo. Su entusiasmo por las cosas de Dios es uno de los gozos más grandes de mi corazón. [Nota del editor: Después de su conversión Andrés asistió al mismo seminario bíblico donde asistió su papá años antes y ahora es miembro de la Asociación Evangelística Luis Palau, donde desempeña el rol de director de Festivales evangelísitcos. Junto con su esposa, Wendy, la jamaiquina, tiene dos hijos].

Por supuesto, todo hijo en una familia cristiana hace sus propias elecciones. Por eso es tan difícil amar a un hijo o hija pródigo. Pero si alguno de sus hijos todavía no conoce al Señor, por favor, no se desanime, ore por él y ámelo para traerlo al Señor.

Ame a sus padres y a otros parientes cercanos para traerlos a Cristo

¿Son sus padres y otros parientes cercanos parte de la familia de Dios, o siguen sin conocer su gracia y misericordia? Si lo último es verdad, pídale a Dios que lleve a otros cristianos a las vidas de ellos, y haga todo lo que pueda para mostrar su amor y preocupación.

Un amigo mío, Roberto, sentía una carga tremenda por el destino eterno de su padre de 70 años de edad. ?Luis, ¿qué voy a hacer??, me preguntó. ?Apenas si lo veo. Vive a más de 3.200 kilómetros de acá. Pero que yo sepa, nunca le ha entregado su vida al Salvador?.

Un tiempo después llamé a Roberto. ?¿Cómo le va a tu papá??, le pregunté. ?Acabo de ser invitado a predicar en la ciudad donde vive él?. Aun cuando tenía otros compromisos, Roberto inmediatamente hizo planes para viajar en avión al este, invitar a su papá a cenar, llevarlo a la cruzada donde yo predicaba.

Después de la reunión Roberto y su papá fueron a reunirse conmigo a un restaurante. ...

Continuar leyendo