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El consejero bíblico


Esperanza para el homosexual / Continuación

... de relacionarse que deberían haberse aprendido especialmente en la adolescencia. Por ejemplo, ha de aprender el juego de coqueteo con el sexo opuesto, vestirse según su sexo, gestos apropiados, etc. Muchas veces, las personas critican a los varones que han dejado la vida homosexual y están en proceso de sanidad porque todavía se los ve afeminados. Dicen que esto comprueba su "falta de sanidad". Sin embargo, debemos recordar que la sanidad es realmente un proceso, y el hecho de que la persona no esté conformada a un patrón cultural de masculinidad (o feminidad) no significa que no esté curándose. Para decirlo con sencillez, la sanidad requiere tiempo. Sy Rogers, que vivió casi dos años como mujer antes de conocer al Señor y dejar la vida homosexual/transexual, le respondió a una persona que le hizo tal observación: "Estoy a años luz del tiempo en que me ponía medias de seda rosada y me pintaba los labios".
3. Rogers también habla de la importancia de obedecer a Dios una vez emprendido el proceso de sanidad. La obediencia protege de males peores, como el sida y las enfermedades venéreas, y coloca al individuo en una posición donde puede recibir sanidad. Me gusta el ejemplo del Antiguo Testamento de las seis ciudades de refugio, donde cualquiera que hubiera matado a otro sin intención podía buscar protección. El vengador de esa sangre derramada no podía tocar al asesino mientras estuviera en la ciudad de refugio. La obediencia nos pone en una "ciudad de refugio". Si estamos obedeciendo al Señor, estaremos siempre en mejor posición para vencer al enemigo. Por otro lado, si salimos del refugio (de la obediencia), estamos proveyendo para los deseos de la carne (Ro. 13:14) y del enemigo (2 Co. 2:11).
4. Creo que se debe establecer otra diferencia importante. La Biblia no condena el impulso homosexual, pero sí condena el comportamiento homosexual (pero cuidado con las fantasías y la lujuria). Todos debemos ejercer disciplina sobre nuestra conducta.
5. Finalmente, tengamos cuidado de considerar el matrimonio como medicamento contra la homosexualidad. El matrimonio jamás cura la homosexualidad. Hay muchas mujeres que se sienten responsables del fracaso de su matrimonio porque el marido la dejó por un hombre. Todo cónyuge ha tenido una vida anterior al matrimonio. Suele suceder que en esa etapa un esposo como el de este ejemplo no haya sido honesto y no haya querido compartir con su novia su inclinación homosexual por temor a que ella lo abandonara. ...

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