... usted sabe que Dios quiere que usted esté, como lo estuvieron mis suegros, veinte años en una choza con techo de paja en el sur de África, entonces podrá encontrar paz y satisfacción en medio de esa situación. Si sabe que el propósito de Dios es que usted haga dinero, y lo está cumpliendo, podrá encontrar alegría y tranquilidad en su trabajo. Pero si su cristianismo es sólo una pintada por encima de su materialismo, entonces uno de los primeros síntomas es la ansiedad. Usted siente ansiedad porque quiere estar en un nivel social más alto que aquel donde Dios lo ha puesto. Si usted se rebela contra la voluntad de Dios, tenga poco o mucho siempre querrá más. En el África, el hombre de la tribu que tenía casa de lodo, la quería de ladrillo y el que tenía techo de paja, ¡lo quería de chapas de zinc! El Señor, en su soberanía, llama a algunos a vivir vidas económicamente restringidas, y llama a otros a ganar grandes cantidades de dinero, todos con un propósito (2 Co. 8:13-15).
El secreto del contentamiento en la vida del cristiano, entonces, no está en decidir hacerse un vago o tratar de disfrutar la vida viviendo como reyes. El secreto del contentamiento está en entender, aceptar y obedecer la voluntad económica de Dios para mi vida, a corto y largo plazo. Es deshacerme de lo «mío» y entender que todo es de Dios.
«Sean todas vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora, porque él dijo: No te desampararé ni te dejaré» (He. 13:5).
Andrés G. Panasiuk es licenciado en Ciencis de la Comunicación Social, con especialización en Comunicación Interpersonal y de Grupo. Es director para América Latina de Conceptos Financieros Cristianos. Vive en Gainesville, Georgia, con su esposa Rochelle y sus dos hijas: Gabriela y Danielle.
1997, Christian Financial Concepts, Inc. 0297