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El consejero bíblico


La Palabra de Dios en el ministerio de aconsejar parte 2 / Continuación

... progresiva
Miguel dijo: ?Pero ya lo he intentado. He hecho todo lo que Dios nos ordena hacer en cuanto a la codicia, pero nada funciona. Me he arrepentido. He orado. Le he entregado el control al Señor. He reprendido a Satanás. A veces creo que ya he solucionado el problema para siempre, pero al mes vuelvo a caer.
El consejero hizo más preguntas sobre otras cosas: las circunstancias en que Miguel cayó en inmoralidad, si Miguel había compartido con algún cristiano maduro cuáles eran sus luchas, y si Miguel estaba buscando algo que solucionara las cosas de una vez y para siempre. Las repuestas fueron previsibles. Miguel prácticamente no sabía nada sobre la manera en que funciona la vida cristiana y los medios de gracia que emplea Dios.
El teólogo Berkhof describe de esta manera el proceso de santificación: "... la santificación es una obra cuyo autor es Dios, no el hombre.... Sin embargo, se diferencia de la regeneración en que el hombre puede y debe esforzarse para una santificación siempre en aumento usando los medios que Dios ha colocado a su disposición. Esto se enseña claramente en la Escritura: 2 Corintios 7:1; Colosenses 3:5-14; 1 Pedro 1:22».
¿Cuáles son los medios que utiliza Dios para santificar a sus hijos? Los tres medios más prominentes en el Nuevo Testamento son: la Palabra de Dios, la providencia de Dios y el ministerio de edificación que tiene el cuerpo de Cristo. Estos tres medios conforman la consejería bíblica. La consejería es el ministerio de la Palabra de creyente a creyente en el contexto de lo que Dios está haciendo en la situación de una persona. La consejería bíblica inmediatamente reconoce la autoridad de la Palabra de Dios, la soberanía de Dios sobre las circunstancias, y el llamado del cuerpo de Cristo a un ministerio personal de un cristiano hacia otro.
¿De qué manera esto se relaciona con las tareas que se asignan al aconsejado? Dichas tareas proporcionan una oportunidad para que el aconsejado entienda el propósito santificador de Dios y participe en ese proceso. La tarea pide del aconsejado participación en las disciplinas de santificación, particularmente el estudio de la Palabra, persistencia al aplicar la Palabra de Dios en acciones de fe y obediencia, y sumisión al ministerio de edificación, ánimo y exhortación que tiene el Cuerpo de Cristo.
La tarea le enseña al aconsejado que el crecimiento en la gracia no ocurre con rayos y truenos ni encuentros mágicos sino con una humilde, sincera, obediente ...

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