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El consejero bíblico


¡Éxito! / Continuación

... tener.

Es importante aclarar dos aspectos. El primero tiene que ver con que mucho de lo que se suele decir e informar está ?inflado?, o sea: no se corresponde con la realidad. Pero el segundo está relacionado con el corazón. ¿La frustración es resultado de sentirse avergonzado por no servir al Señor como corresponde o porque se envidia la manera en que Dios utiliza a los demás?

Por otro lado están aquellas personas que frustran a los jóvenes señalando que no tienen tal o cual llamado para servir al Señor, y esto basándose únicamente en su percepción. ¡Como si fueran capaces de mirar el corazón y conocer el plan de Dios para esa vida! ¡Como si supieran lo que ese hermano o esa hermana están experimentando!

Definir que alguien es exitoso o que está llamado al ministerio en base a su imagen personal, su carisma, sus dones, talentos y logros no es bíblico. Quien piensa así seguramente hubiera echado a varios de los apóstoles de Jesús, personas que vivieron un continuo proceso de transformación: de pescadores de peces a pescadores de hombres, de cobardes a valientes, de maleducados a hombres de integridad, de caracteres explosivos a la mansedumbre, de resultados escasos a la transformación de un imperio.

El éxito es un proceso que se inicia cuando conocemos a Cristo, crece cada día al responder Su llamado y concluirá cuando tengamos la enorme dicha de ver el rostro de nuestro Señor y Salvador. ¡Vivamos conscientes de esta realidad y nunca mediremos nuestro éxito conforme a lo que digan o hagan los demás!


Éxito es hacer la voluntad de Dios

?Porque a la verdad David, habiendo servido a su propia generación según la voluntad de Dios, durmió, y fue reunido con sus padres, y vio corrupción?. (Hch. 13.36)


No encuentro mejores palabras para definir esta realidad que aquellas escritas por el querido pastor Norberto Saracco en uno de sus artículos de reflexión pastoral:

?La iglesia en América Latina necesita poner en el centro de su agenda la extensión del reino de Dios. El crecimiento de la iglesia, que todos deseamos y por lo que oramos, debería ser la consecuencia de la extensión del reino de Dios y no el resultado de técnicas efectivas pero vacías de la gracia y el poder de Dios. Necesitamos una revalorización de los ministerios acorde a su compromiso con la extensión del reino.

?A partir de este hecho el ministerio verdaderamente exitoso será el de aquellos ...

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