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El consejero bíblico


Perspectiva cristiana para la resolución de conflictos / Continuación

... entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados? Pero vosotros cometéis el agravio y defraudáis, ¡y esto a los hermanos!» (1 Co. 6:1-8).

7. No sea demasiado severo ni absoluto. «La respuesta suave aplaca la ira, pero la palabra áspera hace subir el furor»" (Pr. 15:1). En una situación delicada no sea un dogmático burdo. «Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada, pero la lengua de los sabios es medicina» (Pr. 12:18). «Con mucha paciencia se aplaca el príncipe, pues la lengua suave hasta los huesos quebranta» (Pr. 25:15). Sea amable, sensato, misericordioso, puro, lleno de buenos frutos. «Pues donde hay celos y rivalidad, allí hay perturbación y toda obra perversa. Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz» (Stg. 3:16-18).

8. Actúe con rapidez y no agrande las cosas. «El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas, ¡abandona, pues, la contienda, antes que se complique!» (Pr. 17:14). Para que esto suceda tal vez usted tenga que atravesar por un cambio cultural en el cual deje de acumular enojo interiormente hasta estallar. A menos que la gente sea confrontada en cuanto a su comportamiento erróneo, lo más probable es que no cambie. Y es más factible que aprendamos de un recordatorio amable que de un gran escándalo donde sea necesario el uso de todas nuestras capacidades defensivas. Si usted está en una iglesia o una organización cristiana, instituya la corrección amable y regular como parte de la «cultura corporativa» de modo que se convierta en una parte natural de la vida. No involucre a otros a menos que sea necesario. Ésta es la actitud sabia básica que está por detrás del proceso de tres etapas de Mateo 18 y de la exhortación de Jesús en varias ocasiones: «ve [a tu hermano] y repréndelo estando tú y él solos; si te oye, has ganado a tu hermano». Una vez que se involucra a otros, es más difícil cambiar la opinión sin que haya desprestigio. Además está la tendencia de alterar un poco los hechos a fin de obtener apoyo.

9. Evite a las personas enojadas y que se molestan fácilmente. Si es posible, manténgalas al margen del proceso. «El hombre iracundo provoca contiendas; el furioso, a menudo peca» (Pr. 29:22). «El hombre iracundo provoca contiendas; ...

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