... había orado con él y ahora él asistía a la iglesia simplemente para ir con Nineth. Toda su familia era inconversa, con valores mundanos. Él demostraba gran ignorancia de la Palabra.
Yo percibía que ese matrimonio no iba a funcionar. En cada sesión se lo notaba distraído, contestaba poco y aceptaba todo con una ligera inclinación de cabeza. Varias veces, como es mi costumbre, yo les preguntaba: «¿Comprenden lo que estoy diciendo?» Y Rolando se quedaba mirándome: su boca decía que sí pero sus ojos me decían que no. Al leerles la Palabra, yo estaba segura de que él no entendía nada.
Por fin, una tarde lo confronté con la Palabra de Dios y él admitió que no tenía a Jesús en su corazón. Nineth quedó sorprendida. Meses antes de aceptarlo como novio, ella había sido testigo de que Rolando había pasado al altar a orar, ¡y ahora lo hacía otra vez! Al día siguiente la tenía yo sentada, sola, frente a mí. No entendía por qué Rolando le había mentido acerca de su salvación.
Tuve que confrontarla a ella también. Con dolor, pero amorosamente, le hice ver que Rolando provenía de un mundo de mentiras. Sólo por ser su novio no iba a cambiar ese patrón. Rolando no era un verdadero discípulo de Cristo. A él lo que le importaba era casarse con ella. Le pedí a Nineth que considerara seriamente antes de dar el paso del matrimonio. La llevé a versículos donde Dios promete guiarnos a toda la verdad, en especial Juan 16:13. Le recordé los votos que había hecho de obediencia a Dios y le aseguré que Dios deseaba lo mejor para ella.
?Nineth ?le dije?, no aceptes lo BUENO; espera lo MEJOR. Dios, tu Padre, te lo dará.
Nineth no quiso escuchar a Dios (¡menos a mí!). Con gran celebración se unió en matrimonio con Rolando. Esas promesas y votos duraron solamente 9 meses. Llorando en mis brazos reconoció su desobediencia y ahora es madre sin esposo, tratando de superar su dolor y su soledad.
¿Qué necesidad tenemos los cristianos de llorar y sufrir, cuando Dios ha prometido que la obediencia a su Palabra traerá bendición (Josué 1:8)?
6. La Consejería a todo nivel debe estar saturada de enseñanza bíblica. Viéndolo desde este punto de vista, en realidad es un discipulado.
En este punto es importante mencionar la necesidad de la consejería prematrimonial para la pareja que va a dedicarse al ministerio cristiano. Nunca se hará demasiado énfasis en que, de todas las parejas, la que más necesita de consejería prematrimonial es el pastor ...