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El consejero bíblico


Instruyendo a nuestros hijos sobre temas espirituales

por Phillip Johnson


Mis primeros recuerdos se remontan al jardín de infantes de la Escuela Dominical. Supongo que tenía cuatro años, o quizá menos. Recuerdo con claridad estar sentado en el aula aprendiendo a cantar el coro Navideño de las Campanas, donde dice:

Suenen hoy las campanas, dulces de Navidad
Diciendo al mundo ufanas de Dios la gran bondad.

Ahí había dos conceptos que yo no entendía. Uno, es con relación a los dulces de Navidad. Dulces, se aplica a las campanas, pero yo siempre me imaginé dulces navideños como colaciones, caramelos, ponche, etc. El otro era la palabra «ufanas» que me sonaba como afanadas o preocupadas, lo cual hacía todo ese corito sumamente enredado e incomprensible.

Mis propios hijos tienen ahora más edad de la que tenía yo entonces, y un día hace varios años se me ocurrió que los recuerdos más remotos que mis hijos se llevarían en su vida adulta ya estarían formados. Casi todo lo que están aprendiendo ahora permanecerá con ellos el resto de sus vidas. Esta reflexión es sumamente alarmante para cualquier padre.

La mayoría de los padres Cristianos admitirían encontrarse algo intimidados ante la responsabilidad en que nos coloca la Escritura. Nuestra tarea está trazada muy simplemente en Proverbios 22:6 «Instruye al niño en el camino correcto, y aún en su vejez no lo abandonará» también en Efesios 6:4 «..Críenlos según la disciplina e instrucción del Señor».

La realización de nuestra solemne obligación debería provocar en nosotros cierto miedo y temor. Pero, aún así, no es necesario que esto nos paralice. Enseñar a nuestros hijos las cosas espirituales es un placer. No hay nadie más receptivo, más hambriento para aprender, o más confiado que un niño. Lo cierto es que jamás encontraremos discípulos con más deseos de aprender que nuestros hijos. No desperdiciemos la oportunidad.

Permítanme sugerir cinco principios prácticos para tener en cuenta en el momento de enseñar a nuestros hijos las verdades espirituales.

1. Tengamos presente que los niños pueden captar la esencia de cualquier verdad en casi todos los casos.

En la Biblia en todas las admoniciones a los padres para que enseñen a sus hijos la Palabra de Dios, no figura ninguna negación o advertencia. Como que ello no fuera apropiado para audiencias menores de edad. Toda la Escritura es adecuada para todas las edades.

No se abstengan de instruir a sus hijos pensando que no están ...

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