... como nunca antes y él recibió la unción del poder de lo alto. Salió de esa habitación y él mismo confesó que fue una experiencia con Dios que llenó su alma de luz, amor, compasión, alegría y gran poder; él dijo que desde ese día en adelante, aunque usaba los mismos bosquejos y los mismos sermones, en su predicación había un gran poder, y en vez de convertirse pocas personas, se convertían cien, doscientas, trescientas personas por noche. Estas son las marcas de un hombre que Dios utiliza. La base de todo esto es que Moody fue ungido por el poder de lo alto.
Si demostramos estas características, Dios nos va a usar en nuestra generación.
Luis Palau