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El consejero bíblico


Guerra avisada no mata gente / Continuación

... padres suponen que porque sus hijos son cristianos, inclusive líderes de la iglesia o miembros que reciben alguna enseñanza escritural, están preparados para los grandes desafíos de la vida matrimonial.

Tanto quienes sueñan con casarse, como quienes soñamos con el matrimonios saludable de nuestros hijos y también, quienes han recibido de Dios la comisión de preparar a los cristianos para la vida debemos hacer un serio compromiso con Dios de cumplir nuestra labor con excelencia. Podemos hacerlo siguiendo estas instrucciones.

Los jóvenes deben comenzar su preparación para la vida matrimonial saludable obedeciendo desde la adolescencia las enseñanzas bíblicas indispensables.
Los jóvenes que evitan los pecados sexuales en la adolescencia, los que deciden llegar vírgenes al matrimonio no sólo evitan los traumas y consecuencias del pecado, sino muchos problemas en su vida de casado. Todo individuo es responsable de su propia preparación. La preparación personal para el matrimonio comienza en la adolescencia. Allí cuando el adolescente lucha por su independencia y quiere vivir con los derechos de un adulto también debe aprender a vivir con las responsabilidades que implica. Lejos de sus padres, en la casa de una amiga, en un viaje de estudios con sus compañeros, en la escuela o en el asiento de atrás de un automóvil, nadie sino los jóvenes son responsables de sus actos. Nadie, a menos que esté acompañado de un criminal puede obligarle a hacer lo que no quiere.
Los jóvenes y señoritas, aun en la etapa de la adolescencia tienen a su disposición muchas formas de prepararse. Para ello deben observar determinadas reglas de conducta como las siguientes:

Determine lo antes posible tener la pureza imprescindible.
Sólo la señorita o el joven pueden evitar que alguien juegue con sus sentimientos. La relación interpersonal entre dos adolescentes puede mantenerse pura sólo si ellos lo exigen e impiden que se corrompa. El joven al jugar con las emociones de las chicas y la chica al permitir que la manoseen están preparándose para el fracaso. Quienes se prodigan toques y caricias apasionadas no sólo se motivarán a tener relaciones sexuales por Dios condenadas, sino que aun sin llegar a tenerlas están dañando sus emociones. Quien juega con su cuerpo haciendo cosas que no pertenecen a su edad y estado civil no sólo va en contra del plan de Dios y estará sujeto a disciplina, sino que juega con el peligro de enfermedades venéreas o emocionales ...

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