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El consejero bíblico


La parábola del hijo pródigo / Continuación

... interpretación que tradicionalmente se les ha dado.

1. La petición. El hijo menor pide su parte de la herencia mientras su padre aún está con vida y goza de buena salud. De acuerdo con la cultura tradicional de Medio Oriente, este acto equivale a decir: «Padre, ¡estoy ansioso que te mueras!». Un típico padre de Medio Oriente le daría vuelta la cara a su hijo de una bofetada y lo echaría de la casa. La petición de este hijo resulta inconcebible, sobre todo para una cultura como la del Medio Oriente. Se supone que el padre debería negársela, si en verdad fuera un patriarca oriental. De hecho no lo es, y esta afirmación nos lleva al segundo punto.

2. La dádiva del padre. El padre da al hijo pródigo la libertad de adueñarse y de vender la parte de los bienes que le corresponde. En cinco oportunidades a lo largo de la parábola, el padre no se comporta como un típico patriarca oriental, y aquí vemos el primer caso. La herencia es cuantiosa. Se trata de una familia rica. La sucesión de bienes es un asunto serio, del que sólo debería ocuparse el padre cuando se encuentra cercano a la muerte.
Además, el hijo pródigo «juntó todo lo que tenía» (NVI) o bien, como expresa la Versión Popular: «vendió su parte de la propiedad». La ley judía del siglo primero permitía la división de bienes (una vez que el padre estaba dispuesto a llevar a cabo la tarea), pero no otorgaba a los hijos el derecho de vender sino hasta después de la muerte de su padre.
El segundo caso en que el padre actúa distinto de lo acostumbrado lo vemos cuando le entrega la herencia al hijo y le otorga el derecho a vender, sabiendo que la comunidad consideraba este derecho una vergüenza para la familia. Por ello queda claro, desde las primeras líneas de la parábola, que Jesús no emplea la figura de un patriarca oriental como modelo para referirse a Dios. Por el contrario, al crear esta imagen de padre, rompe todo vínculo con el patriarcado de Medio Oriente. Ningún padre humano puede ser un modelo adecuado para reflejar a Dios. Como Jesús lo sabe, eleva la figura del padre más allá de las limitaciones humanas y la adapta al modelo de Dios.

3. La venta apresurada. El hijo pródigo vende todo rápidamente («No muchos días después» v.13). Se ve obligado a hacerlo. La comunidad se enfurece con él porque ha avergonzado a su padre y a todo el resto de la familia al poner en venta una gran parte de la hacienda familiar mientras su padre aún goza de buena salud para administrarla. ...

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