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El consejero bíblico


La profecía en la actualidad / Continuación

... en la isla de Elba, hechos de la Segunda Guerra Mundial como la invasión de Europa, la línea Maginot, el triunfo inicial de Alemania, el uso de bombas atómicas. Berlitz también menciona, entre otros, a videntes como el célebre escritor Julio Verne o el científico Roger Bacon, autores de diversos vaticinios que también se cumplieron. En las librerías más grandes, o en las que se dedican a temas relacionados con el ocultismo, hay abundante literatura sobre los profetas no-bíblicos y no-cristianos.
Mi pregunta es la siguiente: ¿Es la profecía un don que procede exclusivamente del Espíritu Santo, o puede tener otros orígenes? Ustedes conocen la respuesta.

1. Los falsos profetas
Hay un pasaje interesante en Deuteronomio 13:1-3. «Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él anunció, diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni a tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma». ¿Quiénes son los «dioses ajenos»? No solamente los ídolos del viejo paganismo. Por ejemplo, los hombres tenemos la tendencia a endiosar a otros hombres, como los habitantes de Listra que, ante un milagro hecho por medio de Pablo, trataban de adorar a Pablo y Bernabé diciendo, en lengua licaónica: «Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros» (Hch. 14:11). Dioses ajenos pueden ser el dinero, el sexo, el vientre, el orgullo, el «yo», y tantos otros ídolos del nuevo paganismo y del paganismo de siempre. Estos dioses tienen profetas, falsos profetas, como el falso profeta que exaltará al Anticristo con grandes señales (Ap. 13:13). La Biblia abunda en toda clase de referencias a los falsos profetas. Jesús dijo: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros como vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis» (Mt. 24:24). Los falsos profetas, instrumentos de Satanás, están en el pasado, en el presente, y en el futuro, dentro y fuera de las instituciones cristianas, porque el trigo y la cizaña coexisten hasta la hora final, como el propio Jesús lo enseñó en su conocida parábola (Mt. 13:24-30, 36-43). Como dice el pasaje de Deuteronomio 13, sus vaticinios pueden cumplirse, sin que ello sea prueba del origen divino de su ministerio.
Sin ...

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