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El consejero bíblico


Pescando en las escrituras #3 / Continuación

... Todo el proceso de la aplicación debe siempre conducirnos a contestar esta pregunta. Así como en los pasos anteriores, debemos aquí, asimismo, tener a la mano una lista de preguntas claves de aplicación.
Entre otras, están las siguientes: ¿Qué verdades sobresalientes han captado nuestra atención durante el estudio del texto? ¿Qué situaciones y problemas humanos semejantes a los nuestros nos presenta el texto? ¿Qué verdades prácticas hallamos que nos animan o nos corrigen en nuestro andar diario con Dios? ¿Qué advertencias o promesas vemos en el texto? ¿Qué enseñanzas prácticas hay en cuanto a nuestra relación con los demás? ¿Qué nos dice el texto en cuanto a la acción de Dios en la iglesia y en el mundo? ¿Qué tiene que ver la enseñanza en cuanto a nuestra relación con la iglesia, el trabajo, la familia, los vecinos, etc.? ¿Qué actitudes sanas debemos cultivar? ¿Hay algún pecado o actitudes pecaminosas que debemos abandonar? ¿Hay alguna verdad nueva que debemos empezar a vivir? ¿Cómo debemos ordenar nuestra vida y conducta según alguna nueva enseñanza?
Es fácil notar que las preguntas que nos retan hacia la obediencia a Dios son preguntas de aplicación. Dejaremos a elección del lector si desea escribir estas preguntas en una hoja a parte y, tomando en cuenta todo lo estudiado, hacer las aplicaciones correspondientes a su propia necesidad y contexto.
La correlación
La correlación es la relación recíproca de las partes observadas con respecto al todo. Es decir, aquí nos toca indicar cómo las partes estudiadas se relacionan con todo el consejo de Dios. Una manera sencilla de trabajar este paso final es simplemente escribir con nuestras propias palabras la manera cómo se conectan las verdades estudiadas con el resto de la Palabra de Dios.
Para ello necesitaremos regresar a las notas de nuestra observación para: (1) entender el trasfondo histórico del texto; (2) captar el contenido global del libro, resumido en el bosquejo; (3) seleccionar las partes sobresalientes de la observación específica; y (4) recoger los significados correspondientes trabajados en la interpretación. Veamos algunos ejemplos de correlación:
Creo que conocí mejor a Tito, no tanto por lo que vi en la carta que lleva su nombre sino por las porciones que hablan de él en 1 y 2 Corintios. Tito era un hombre no sólo dotado de una gran capacidad de resolver problemas, sino también uno que poseía un elevado grado de confianza en su mentor el apóstol Pablo. ...

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