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El consejero bíblico


Problemas en la formación del carácter masculino / Continuación

... cristianos no identifican con tanta facilidad al hombre feminizado, alguien para quien es un problema la masculinidad cristiana. Esto es revelador en sí mismo. Los cristianos contemporáneos carecen a menudo de un ideal de carácter masculino, y no valoran algunos de los rasgos de carácter que debieran ser prominentes en el hombre, tales como: coraje, agresividad ("celo" en las Escrituras), y prontitud para liderar en las situaciones de las relaciones personales en las que uno sea la persona indicada para hacerlo. Con demasiada frecuencia, la imagen actual del carácter cristiano es femenina, y lo es al mejor estilo victoriano. El hecho es que muchos de los hombres de nuestra sociedad han sido feminizados en cierto grado, y ésto está ocurriendo cada vez más.
El término feminización, tal como es usado por muchos científicos sociales, no debe ser confundido con palabras tales como feminidad, afeminado y homosexualidad.
La feminidad es una cualidad natural de la mujer. Una mujer es femenina cuando tiene una apropiada personalidad de mujer, cuando su fuerza, seguridad e interés están expresados de una forma femenina.
El afeminado es el hombre que actúa como una mujer, cuya estructura psicológica es femenina. Generalmente revela una dificultad subyacente de adaptación psicosocial.
La homosexualidad se refiere a aquellas personas que se relacionan sexualmente con otras de su mismo sexo. A menudo se asocia la afeminación con la homosexualidad, pero éstas no siempre están juntas. Muchos homosexuales tienen una personalidad masculina (muchas veces es muy marcada), y muchos afeminados tienen deseos sexuales, predominantemente, por las mujeres.

Fuerte influencia femenina.
En la tendencia a rechazar el hecho de ser hombre y sin inclinación hacia la homosexualidad, las mujeres pueden haber influido tanto en él o puede haberse identificado con un mundo dominado por ellas, que muchos de sus rasgos e intereses sean más femeninos que masculinos.
Comparado con hombres que no han sido feminizados, pondrá mucho más énfasis y atención en lo que él y los demás sientan. Será mucho más delicado y manejará las situaciones con suavidad. Estará mucho más sujeto a la aprobación del grupo y en especial, a lo expresado emocionalmente (qué opinan los demás de él y de lo que él hace, cómo reaccionan).
A veces, tenderá a relacionarse preferentemente con las mujeres o con otros hombres feminizados y a veces tendrá problemas con un grupo en el cual ...

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